India

La jaula salió en busca del pájaro

Descubro en unas fotografías de Cartier-Bresson a unos ciudadanos británicos que asisten a la coronación de Jorge VI y que, para no perderse detalle del acontecimiento, se han fabricado su propio periscopio con unos espejuelos contrapuestos que sujetan con un palo y asombro infantil. De esta manera tan rudimentaria, aunque elegante, siguen los pasos de la comitiva sin que ninguna cabeza se lo impida, incluso sin que ningún relamido narrador les esté contando los detalles del iniciático protocolo del que iba a ser último emperador de la India. Ni hacía falta recurrir al pasado ni a sus antepasados para entretener al personal. Era el 12 me mayo de 1937 y, dos años más tarde, declarada ya la guerra a la Alemania nazi, el nuevo rey se dirigió al pueblo soberano con unas palabras premonitorias y tartamudeadas: que «se mantuvieran firmes ante los oscuros días venideros». Y así fue. Lo curioso de esas fotografías (pueden verse en la excepcional exposición que le dedica la Fundación Mapfre a Cartier-Bresson) es que muestran la voluntad de querer ser testigos de un acontecimiento que consideraban importante (evitemos el énfasis verborreico de «histórico»), pero sin un intermediario que les obligue a mirar por el agujero. Hay una individualidad rebelde y discreta del «common people» que todavía aspiraba a no ser sometido a dictados ideológicos estrictos. Hay algo más, o así me lo parece: todavía no existía la idea de espectáculo de masas, que se define no porque miles de personas asistan a la misma hora al mismo vodevil, sino porque todos deben miran por la misma y única ventana la llegada del último mesías. Así que cuando Pablo Iglesias, el líder de Podemos, por supuesto, propone dictar leyes para controlar a los medios de comunicación (¡otro!) no deja de ser la vuelta de la más reaccionaria de las ideas y que Kafka expresó de la manera más simple: «Una jaula salió en busca de un pájaro».