Angel del Río

La rama que colma el vaso

Puede que la desgracia mortal producida por la caída de la rama de un árbol en el barrio de Santa Eugenia, haya provocado la caída de las últimas dudas de Ana Botella sobre su intención de presentarse como candidata a la alcaldía. Que desde algunos sectores se haya querido hacerla responsable de la muerte de dos personas por inevitables desprendimientos arbóreos, ha tocado la fibra sensible de la alcaldesa, seriamente dañada desde que los oportunistas de siempre, también pretendieron descargar sobre su conciencia, la muerte de cinco jóvenes en la noche trágica del Madrid Arena. Tengo datos que indican que hace algunos meses, estaba decidida a no presentarse a las elecciones de mayo, pero las cosas cambiaron su ánimo cuando se conocieron los buenos datos de su gestión económica y el remanente de tesorería, que permitía concluir la gestión con una serie de proyectos para Madrid. De una u otra manera, ese cambio de actitud llegó a Génova, y ella esperaba de la dirección del partido algún guiño, algún gesto de confianza, que no llegó, y sí filtraciones desde el entorno de Rajoy, que lanzaban nombres de posibles candidatas a la alcaldía, especialmente el de Soraya Sáenz de Santamaría. Esta situación, y el desgraciado accidente de la rama caída, ha colmado el vaso de la duda y cambiado las cosas. No ha querido esperar a que el partido dijera que tenía otra candidata para cambiar el sino de las encuestas, que no son muy favorables.

Ana Botella entró en la política activa cuando el partido le pidió que reforzara con sus presencia la candidatura encabezada por Gallardón, y de esta manera taponar la posible fuga de los votantes más conservadores del partido, que eran reacios a votar el «progresismo» del que llegaría a ser alcalde por mayoría absoluta. Después, el destino caprichoso, la convirtió en la primera alcaldesa en la historia de Madrid, y ayer anunció que con ello se acaba su recorrido municipal. La política es un cóctel de casualidades, circunstancias imprevistas, palmaditas en la espalda y vuelta de espalda a la confianza.