Igualdad de género

Ley mordaza de Podemos

La Razón
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Unidos Podemos acaba de registrar una proposición de ley «contra la discriminación por orientación sexual, identidad o expresión de género» en la que se prevén sanciones administrativas contra quienes publiquen «expresiones, imágenes o contenidos de cualquier tipo que sean ofensivas o vejatorias por razón de orientación sexual, identidad o expresión de género y características sexuales LGTBI». El grado de arbitrariedad a la hora de apreciar que se está cometiendo una infracción «muy grave» es extremo: «Son infracciones muy graves (...) causar, por cualquier medio o procedimiento, una lesión no definida como delito a otra persona, por razón de la orientación sexual, identidad o expresión de género o características sexuales de ésta, reales o percibidas». Si el burócrata de turno aprecia que alguien ha «lesionado» a otra persona por su condición o identidad sexual o de género, puede imputarle una infracción «muy grave». ¿Y qué consecuencias tienen las infracciones muy graves? Pues multas de hasta 45.000 euros, la suspensión de actividades durante un plazo de hasta dos años, y el secuestro de sus publicaciones. Además, la proposición de ley de Podemos establece que la administración seguirá teniendo potestad para imponer estas sanciones aun cuando los tribunales no aprecien delito. Apliquemos este despropósito legislativo a un caso reciente: el autobús de Hazte Oír. Fuimos muchos quienes criticamos a la asociación conservadora por el ofensivo simplismo de su campaña contra la identidad transgénero, pero aun así defendimos su derecho a la libertad de expresión incluso frente a las posibles sanciones provenientes de organismos judiciales. Con la proposición de Unidos Podemos en la mano, empero, ni siquiera sería necesario que estas sanciones las impusiera un juez: bastaría con que lo hiciera un funcionario sometido a un eventual gobierno de Podemos. Este funcionario estaría legitimado a cerrar Hazte Oír dos años y a secuestrar aquellas publicaciones suyas que considerara «lesivas» contra el colectivo transgénero, aun cuando los tribunales concluyeran lo contrario. Ahora imaginen qué sucederá si este tipo de leyes mordaza se generalizan para «proteger» a todo colectivo susceptible de ser «protegido»: muerte a la libertad de expresión y sometimiento al capricho chantajista de los gobernantes. Esto es lo que acaba de impulsar Unidos Podemos en el Congreso.