Julián García Candau

Menos estrellas

Gareth Bale y Neymar han sido las dos últimas grandes estrellas que han llegado al fútbol español. Lo han hecho en año en que la pérdida de jugadores nacionales de élite ha seguido condicionando nuestra competición. Bale ha sido el folletín del verano. Su debú en España ha tenido que ser a medio gas en El Madrigal. Su presencia añade valor a la llamada Liga de las Estrellas, que está perdiéndolas pausadamente. Este año se han ido a acompañar a los Reina, Azpilicueta, Silva, Cazorla, Torres y Javi Martínez, Fernando Llorente, Negredo, Soldado, Thiago Alcántara, Iago Aspas y Albiol, todos ellos futbolistas internacionales. No hay liga que se precie que no cuente con jugadores españoles. El fulgor de los Bale opaca nuestra luz.

Por El Madrigal, otros años, han pasado jugadores extranjeros de la talla de Cagna, Arruabarrena, Pirés, Palermo, Riquelme, Eguren, Craioveanu, Valencia, Altidore, Sonny Anderson, Godín y Forlán por no alargar más la larga lista de internacionales del equipo villarrealense. Ahora, Gio dos Santos, Aquino y Gabriel tratan de cubrir los huecos de las figuras de antaño.

Seguramente, en el Bernabéu y Camp Nou se disfrutará con sus dos nuevas figuras, pero en el resto ya no hay fulgores.

«La Roja», nuestro orgullo, está formada en gran número por futbolistas que triunfan en otros campeonatos. Vicente del Bosque ya va a vivir de la legión extranjera. El debú de Bale es, para el conjunto nacional, un árbol que impide ver el bosque de la realidad. El galés es un lujo en Liga cada día más grisácea.

Posdata. Bale cuesta el doble que el presupuesto del Villarreal. Resultado ilógico.