Lucas Haurie
Mujeres de ayer y de hoy
La verdadera dimensión de nuestra decadencia viene marcada por las celebridades en cualquier campo. Las portadas que antes ocupaban Sara Montiel y Margaret Thatcher, fallecidas ayer, se llenan hoy con Susana Díaz o Maribel Verdú, en evidente constatación de que las comparaciones no sólo son odiosas sino también cabronas. Poner Hollywood bocabajo, provocar un problema de orden público con sólo pisar México DF, arrodillar a la Columbia Pictures o tener a Marlon Brando comiendo de su mano... cuatro monadas, en fin, que palidecen ante la trascendencia social de esa debeladora del capitalismo que anuncia hipotecas-basura en sus ratos libres. Sin que ninguna asociación feminista destacase que sacó a la cuarta economía del mundo y a la segunda potencia militar del mundo libre de la peor crisis de su historia, también se fue la «Dama de hierro». Leopoldo Fortunato Galtieri, el generalote criminal, bravucón y beodo que invadió las Malvinas, todavía hoy corre con sólo escuchar el nombre de quien mandó a una flota de guerra recorrerse medio planeta para defender a 3.000 compatriotas. Cuando las muy cursis profesionales del «hembrismo» hablan de «visibilizar» o «poner en valor» el papel de la mujer en la sociedad, se olvidan de algunos ejemplares absolutamente extraordinarios sólo porque les parecen repudiables desde el punto de vista ideológico. Más que por sectarismo, que también, porque desde la mediocridad imperante nunca les perdonarán haberse labrado un lugar en la Historia, con mayúsculas, sin cuotas ni discriminaciones positivas. Ellas lo valieron, y punto.
✕
Accede a tu cuenta para comentar