Ni pocos ni irrelevantes

Frente a la aparente parálisis en lo que se refiere a acuerdos para formar gobierno, nos encontramos con una Audiencia Nacional y una UDEF hiperactivas dedicadas, esta última en cuerpo y la primera en alma, a levantar las moquetas de la corrupción, repletas, por lo visto, de papeles comprometedores, entramados financieros, burdas extorsiones, financiaciones irregulares y chanchullos de tan diverso pelaje que esto empieza a parecerse más a una moderna Gomorra que a un país de fuste. Los escándalos destapados en los últimos tiempos revelan con una extraordinaria crudeza que hemos estado viviendo en una realidad paralela, en una especie de Matrix que ahora se desmorona descubriendo al presunto mangante tras el genio de la economía, al vulgar chorizo disfrazado de padre de la patria, al estafador en serie detrás del predicador, al sinvergüenza maquillado de altruista y al extorsionador profesional que ejercía de brazo listo de la Ley. La pregunta ahora es si todo obedece a una casualidad, a un conjunto de intereses, o es que de verdad nos hemos tomado en serio lo de hacer limpieza general. Si nos centramos en el último caso, el que ha mandado a prisión provisional sin fianza a los responsables de Ausbanc y Manos Limpias, basta con echar mano de la hemeroteca para encontrarnos con que ya había serias dudas sobre la higiene de su entramado desde hace más de un lustro. Sin embargo, nadie parecía tener un interés desmedido en investigarle el sótano, quizá porque a muchos de los que hoy se rasgan las vestiduras les venía muy bien que hubiera unos justicieros que fueran poniendo el foco en la llaga ajena, aunque fuera a golpe de chantaje. Bernad y Pineda tendrán que dar muchas explicaciones, pero también deberán hacerlo quienes presuntamente les pagaron los favores, que a tenor del tiempo que esta pareja llevaba funcionando, no tienen pinta de ser ni pocos ni irrelevantes.