Premios

Pifia político-cultural en Oviedo

La Razón
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Sorprenden ya pocas cosas de las que suceden en el mundo y, porque nuestra capacidad de sorpresa se reduce, también disminuyen nuestras ansias de reaccionar ante ellas. Pero debemos hacerlo. Hace diez años empezaron tímidamente en Oviedo unos premios que distinguían lo mejor de la lírica en todos sus apartados. El entonces alcalde de la ciudad, Gabino de Lorenzo, constituyó una fundación con apoyo del Ayuntamiento. Al principio costó que los teatros presentasen candidaturas y enviasen material a un jurado en el que figuran los críticos más solventes del país, así como también que los artistas galardonados acudiesen a recibir sus premios. Diez años después, todo el mundo musical conoce los Premios Líricos Campoamor, los teatros pugnan entre sí y los artistas ponen menos pegas que Bob Dylan para viajar a recoger trofeos a pesar de su mucha menor dotación económica. Saben lo importantes que son para sus futuras contrataciones. Los Campoamor son la referencia en su género. En la fundación trabaja una única persona todo el año. Los jurados se reúnen tres días para emitir su fallo tras visualizar y valorar el ingente material que reciben. Todo por amor al arte y unos míseros 250€euros. Después viene el contacto con los triunfadores y la elección de una fecha viable para la entrega. Y la organización de la ceremonia. El presupuesto para 2016 fue de 290.000 euros, la subvención del Ayuntamiento, 260.000, y la aportación de patrocinadores, 37.200. El remanente de la fundación del 2016 es de unos 130.000 euros. El pasado junio se aprobaron en patronato convocatoria y presupuesto. El importe de los premios pasó de 100.000 a 48.000. En noviembre se iba a realizar el plan de actuación del 2017 con una disminución de la aportación municipal en torno a 200.000 y se estimaba que la aportación de las empresas sería de 40.000. Bastaba una subvención de 150.000, contando con otras reducciones, remanente y patrocinios para las actividades de la fundación en 2017 y la ceremonia de entrega. ¿Qué le costaría a la corporación municipal pagar todas las noticias que generan los premios y que benefician a la ciudad? ¿Acaso no revaloriza a la ciudad la presencia de artistas como Mehta, Del Monaco, Bieito, Nucci, Álvarez, Dessay y Caballé, entre otros? Sin embargo, hace una semana se reunió la comisión de presupuestos del ayuntamiento y Somos se opuso, como siempre, a la continuidad de los premios. El representante de Izquierda Unida, vicepresidente de la fundación, inesperadamente se unió a ellos a cambio de desconocidas transacciones y el alcalde socialista de Oviedo, presidente de la fundación, y que deseaba mantenerlos, no tuvo otro remedio que alinearse en el tripartito. Se ha convocado reunión del patronato para el lunes con la intención de disolver la fundación. No hay ninguna razón económica que justifique la cancelación, sino que se trata simplemente de una lucha de poder entre el alcalde (PSOE), partidario de mantener los galardones, e Izquierda Unida y Somos (marca local de Podemos), que han decidido eliminarlos exclusivamente porque era algo de la anterior corporación. Éste es un claro ejemplo de una nueva política que deja caer actividades consolidadas simplemente porque las pergeñaron los «enemigos», que lo justifican machacando a la opinión pública con mil falsedades y que, con la polémica, ocultan su incapacidad para gestionar nada.