Política

Ely del Valle

Porque no entrena

Porque no entrena
Porque no entrenalarazon

Está Artur Mas muy satisfecho consigo mismo porque el Rey habló de Cataluña más que de cualquier otra cosa en su discurso. Le encanta. Mejor ser problema que no ser nada, que eso sí que lo lleva mal el president. En este año en el que su consulta soberanista nos ha traído a todos al retortero, Mas ha conseguido lo que siempre ha sido su mayor ambición: ser el recién nacido en el bautizo, la víctima en la Fiscalía «española», el ausente en las comisiones de investigación y la envidia del guionista de «The Walking Dead». Si de verdad está muerto, como algunos proclaman, se le nota poco.

Lo que no explica Mas es que las palabras del Rey son las que son y nada más. En su mensaje navideño Don Felipe hizo todo lo que puede hacer para contribuir a que el Gobierno catalán deje de dar la matraca, que es llamar a la unidad y a la sensatez, y poco más porque no hay que olvidar que entre sus funciones constitucionales no está la de hacer política ni puede convocar, como algunos piensan y piden, ningún referéndum que no esté dentro de la Constitución.

También apeló en varios momentos a los sentimientos, y ahí, no sé qué decir... A los independentistas les hablas de sentimientos y salen corriendo a tatuarse una estelada en el pecho. Por otro lado, no parece probable que Junqueras o la Forcadell renuncien a su ínsula Barataria como consecuencia de tan oportunas y emotivas palabras. Más bien sospecho que este año que está a punto de comenzar tendremos, si Dios no lo remedia y muy a pesar del Rey, otra poderosa ración del inefable Mas venido arriba y pavoneándose de haber convertido Cataluña, con la corrupción y el paro, en uno de los tres grandes problemas de este país. No es más insustancial porque no entrena.