Respetar los tiempos

Poco más de una hora le ha bastado a Nadal para barrer, literalmente, a ese otro fenómeno que es David Ferrer, número cuatro del mundo. El resultado (6-0 y 6-2) ha vuelto a poner de manifiesto que Nadal, esté en el número que esté del ranking, por aquello del descanso, es el mejor tenista del planeta. Y hablando de descanso. Qué bueno es que haya deportistas que sepan tomarse las cosas con calma, que resistan, que tengan paciencia y que esperen al momento oportuno, que no debe de ser nada fácil. Así ha llegado el título 52 de la carrera de Rafa, que ha sabido aguantarse las ganas de jugar durante un tiempo. Seguro que a él, más que a nadie, se le ha hecho largo. Pero las cosas requieren su tiempo y su esfuerzo... Aunque alguno piense que basta con acelerar.

Y lo digo por Benzema, de quien celebro, cómo no, ese último gol frente al Barça, que en sus dos últimos encuentros contra el Madrid se ha quedado totalmente en la miseria. Lo que no aplaudo son sus ansias de pisar el acelerador. Y más que sus ansias, ese creerse de algunos deportistas campeones que todo les está permitido, incluso saltarse las normas y correr a 216 kilómetros por hora en una zona de velocidad limitada. Al futbolista es posible que le caigan 72.000 euros, que no es nada para un astro del balón, y tal vez unos trabajos comunitarios... Por suerte, no hay que lamentar desgracias. Sólo la chulería del «yo puedo hacer lo que se me antoje». Otros triunfadores, que no tienen parangón, como Nadal, se aguantan los antojos y respetan los tiempos. Y así les va. Enhorabuena, campeón.