José Ramón Pin Arboledas

«The economy, estupid»

Bush padre perdió sus posibilidades de reelección cuando Clinton le rebatió con la frase del titular. El ganador demostró que conocía una de las materias que más preocupan a los ciudadanos. Lo que atañe a su bolsillo, diría un castizo. Es así, los humanos queremos dejar nuestros intereses en manos expertas. Para ello hay que entender algo de la materia que delegamos. De esa manera hay criterio para evaluar si los que reciben el poder están bien orientados o no. Pero la impresión es que algunas veces los ciudadanos eligen presuntos expertos que defraudan. No es necesario ser doctor en Economía, pero tampoco se puede ignorar todo en esa materia. Sin la información básica se pueden elegir personas o programas equivocados. Estar bien informado no es una sana curiosidad, es un deber. Los españoles aprendimos la lección hace unos años. La mayoría eligió a teóricos expertos que negaban la existencia de una crisis. ¿Recuerdan? Fue en 2008. A pesar de que los avisos de quienes analizaban los datos con realismo, muchos no hicieron caso. ¿Por qué? No estaban bien informados. Les faltó quienes lo hicieran o no buscaron bien sus asesores. Llevamos un cambio de Gobierno y mucho sufrimiento por las consecuencias de aquella decisión. Hace mucho tiempo de ello y no es el momento de decir «ya lo decíamos». Pero las hemerotecas pueden demostrar que la sección de economía de LA RAZÓN no dio información equivocada. De vez en cuando recibo su llamada. Me piden mi opinión. Un orgullo compartir espacio con quienes eligen la libertad de expresión como bandera; el rigor como enseña y la claridad como instrumento. Si alguien no quiere escucharles, se le puede decir: «Is the economy...».