Iñaki Zaragüeta
Un PP moderno y democrático
La Convención Nacional del PP comenzó ayer con novedades internas y externas, algunas inéditas para un partido que gobierna con muy holgada mayoría absoluta en España y en la mayoría de las Autonomías. El cónclave, que terminará con un cierre de filas no sólo ideológico sino en torno a Mariano Rajoy, se inauguró con un panorama atípico que ya pudo percibirse en los discursos del alcalde Valladolid, Javier León de la Riva, reivindicando la figura de José María Aznar y la rebaja del IVA cultural, y del presidente de Castilla-León, Juan Vicente Herrera, denunciando discrepancias y haciendo un canto a la unidad. Todo ello ofreció un partido democrático y moderno.
Como ayer expresaba el editorial de nuestro periódico, el objetivo político tiene su mira en las elecciones europeas y, por tanto, en recuperar ese «...36,8 por ciento del voto que se reclama de centro y que se considera huérfano de representación política» sin renunciar a las señas de identidad y evitando la radicalización.
El PP, lo he expresado en alguna otra ocasión, está llamado a continuar siendo la gran referencia del centro-derecha y el único con capacidad y vocación de Gobierno en ese espectro, como lo es el PSOE en el centro-izquierda, a pesar de que hoy se encuentre un tanto confuso. Pero hallará su norte.
También es verdad, como refería líneas más arriba, que el PP está descubriendo sorpresas para su privilegiada posición que solventará como ha superado otras mucho más graves y trascendentes en la economía a pesar de la impresión de «pachorra» que ofrece el carácter de su líder. La necesidad del «todos a una» superará las deserciones, las discrepancias internas, las ausencias relevantes, la desazón de las víctimas... Recordemos que Lope de Vega nació en Madrid, a un tiro de piedra de Valladolid. Así es la vida.
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