Valores humanos

Este pasado lunes se ha celebrado la 8ª edición de los premios Alfonso Ussía. En ellos se premian valores humanos, unos que en nuestra sociedad, andan despistados, cuando no huérfanos y ansiosos de gente que les adopte alguien. ¿Es malo tener valores? Para muchos es sinónimo de ‘retro’, o sea, anticuado. Ahora lo que se lleva es la inmadurez y su consiguiente compañera la frustración toda vez que no se logra lo que uno desea. Hay padres que por no pelearse con sus hijos –lo de poner límites, esto es, decir ‘no’, les cuesta-, optan por darles lo que les piden pues no quieren ‘que les monten pollos’. Así resuelven el problema, pero crean otro mayor. Ni les enseñan a hacerse resistentes a la frustración ni tampoco a desarrollar estrategias y esfuerzo para conseguir las metas propuestas. Lo dijo uno de los galardonados (uno de los chicos ‘10’): no es la inteligencia, es el esfuerzo, la perseverancia. Una persona muy inteligente puede quedarse atrás, e incluso adelantarte otro de menos coeficiente intelectual, si el primero lo apuesta todo al ‘al factor inteligencia’. El esfuerzo es el secreto de los ganadores. Ni más ni menos. Y eso está al alcance de todos, independientemente del coeficiente. Es más, los test que miden la inteligencia no miden todos los parámetros posibles. Por consiguiente, existen muchos tipos de inteligencia: cada uno de nosotros, tienen una gracia. No todos los genios sacaron buenas notas. Hay gente cuyas capacidades les permiten memorizar, comprender con facilidad. En cambio, los genios de personalidad rebelde necesitan sentirse motivados, y van a su aire por la vida. Por eso, muchos de ellos no lo parecen. No se trata de sacar ‘notazas’, sino de no suspender en la vida. Y, para ello, necesitamos valores sólidos. Personalmente, me emocionó el alma, Hugo, quien salvó de un incendio a un anciano de 94 años, arriesgando su vida. Me alegra saber que aún hay ángeles caminando en la Tierra. Gracias por compartir la compasión y hacernos un poco humanos.