El trípode
Las derechas machistas salvan a Sánchez
El bloque político de la moción de censura situado ahora «en la dirección del Estado» –como acertadamente Pablo Iglesias «dixit»– se va a fragmentar ruidosamente en vísperas de la gran jornada feminista del 8-M.
Hoy iniciará su tramitación parlamentaria la «corrección técnica» de la ley de concesión de beneficios a los violadores y maltratadores. Lo hará con los votos de las derechas «machistas y promotoras de la cultura de la violación», en la expresión que la propia ministra de Igualdad le dedicó a la bancada del grupo Popular en el Congreso. El bloque político de la moción de censura situado ahora «en la dirección del Estado» –como acertadamente Pablo Iglesias «dixit»– se va a fragmentar ruidosamente en vísperas de la gran jornada feminista del 8-M. Lo tremendo del caso es que además esa ruptura se produzca por la Ley «referencia mundial del feminismo», según Pedro Sánchez que, como Proyecto fue aprobado por su Consejo de Ministros, representativo de 155 diputados de ese bloque, y remitido como tal al Congreso para ser aprobado por la totalidad de ellos de forma unánime y triunfal como una conquista histórica.
El sentido de la responsabilidad lleva a que PP y Vox, que fueron los únicos en votar en contra y por ello quedaron estigmatizados, sean ahora los que le salvan la cara y la vida a Sánchez, sin mediar ni una sola disculpa pública suya a las víctimas de los ocho centenares de violadores beneficiados, y sin agradecerles a sus salvadores el apoyo. Por supuesto, ante tamaño desafuero no dimite nadie, «ni Pam, ni pim, ni pum», porque ya saben que estos días «fuera hace frío».
Con este concepto de la ética pública podemos tener gobernando el sanchismo una temporada más, ya que como dijera Guerra (Alfonso), estos «no se van ni con agua hirviendo de sus poltronas». Y sobre todo, si ante una cuestión de Estado –o de sentido común– las derechas están al quite, como ya tuvimos ocasión de comprobar con la cumbre de la OTAN y sus obligaciones subsiguientes en materia de inversión y gasto militar. Por cierto, gesto político ahora reconocido y correspondido por Sánchez no permitiéndole a Feijóo visitar a los militares españoles de misión OTAN en el Báltico. Dice el refranero popular que «de bien nacidos es ser agradecidos», pero en este caso ni por esas.
Con este escollo feminista en plena ebullición, el gran prestidigitador saca de la chistera otro conejo feminista y paritario, pero ahora con la Ley Trans dispone de la muleta necesaria para evitar futuras correcciones técnicas paritarias. Díaz Ayuso lo ha dejado claro con acierto y prontitud: sus consejeros pasan de ser Enrique a Enriqueta, y asunto resuelto. La imaginación al poder.
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