El trípode

Sin derecho a vivir en el Tercer Reich. Ni hoy en España

Ahora que se acaban de conmemorar los 80 años de la liberación –el 27 de enero de 1945– del campo de concentración de los nazis de Auschwitz-Birkenau, hay que preguntarse a dónde ha llegado en su inhumanidad esta sociedad presuntamente defensora de la vida humana.

Leemos una noticia que pone los pelos de punta… «El ICS, (Institut Catalá de la Salut) condenado a indemnizar a una pareja con 350.000 euros, por no haber sido debidamente informada de que la madre gestante de 35 años, estaba embarazada de una bebé con síndrome de Down, privándole así del derecho a abortar». Así lo ha acordado un juzgado de lo Contencioso Administrativo de Barcelona, un fallo digno del Tercer Reich más que de lo que se espera de un Estado democrático y de Derecho de la Europa Occidental y del siglo XXI. La niña nació en marzo de 2018 y sus padres reciben esa considerable cantidad de dinero por no haber podido quitarle la vida antes de nacer, al no haber sido debidamente informados de ello. Un país y una sociedad en donde la ley avala semejante hecho es inimaginable que pueda considerarse civilizada y digna de ser respetada. Ahora que se acaban de conmemorar los 80 años de la liberación –el 27 de enero de 1945– del campo de concentración de los nazis de Auschwitz-Birkenau, hay que preguntarse a dónde ha llegado en su inhumanidad esta sociedad presuntamente defensora de la vida humana. En la actual UE, la España cuya identidad nacional e histórica no se entiende sin su unidad indisociable con unas profundas raíces cristianas no es una excepción, pero ello no es ningún atenuante. Por el contrario, agudiza la vergüenza y el dolor por tamaña ignominia, que nos coloca ante el espejo de una crueldad legal de estas características. La sabiduría popular se considera reflejada habitualmente en el refranero. Y en él se incluye el que afirma que «no hay mal que por bien no venga», y queremos esperar que esta máxima se cumpla en este suceso que es tan inhumano como impropio de una sociedad asentada sobre una cultura con principios y valores a los que repugna –o debería repugnar– un hecho de estas características. Corresponde al poder político adoptar la iniciativa legislativa que modifique la vigente legislación que avala que un juez la pueda –o deba– interpretar y aplicar de esta manera tan aborrecible. Los nazis, tan expertos en la pureza de la raza y en la práctica de todo tipo de eugenesias para excluir a los considerados «impuros», eran especialistas en eliminar de la sociedad a los considerados «minusválidos o deficientes mentales» por lo que esta legislación puede considerarse discípula aventajada de aquella tan nacional-socialista. El abogado de la asociación «Defensor del paciente» se muestra satisfecho de su triunfo judicial: en efecto, la niña, ahora de 6 años y con síndrome de Down, no tenía derecho a vivir.