Sin Perdón
La derogación del sanchismo
«Los regímenes totalitarios contaron con juristas que organizaron con eficacia esas dictaduras»
Feijóo cenó el 18 de abril con la Asociación de Fiscales, que es la abrumadoramente mayoritaria en la carrera. Es algo que mortifica a la izquierda política y mediática, porque no son de los suyos. Por tanto, son excelentes juristas, tienen principios y no defienden el uso alternativo del Derecho. Es muy clarificador que el Gobierno tuviera un conocimiento minucioso de lo que se habló y que decidiera filtrarlo a un medio afín. Por supuesto, hubo un fiscal rastrero, desconozco su género, que quiere hacer méritos ante Álvaro García Ortiz y grabó las conversaciones. El polémico Fiscal General del Estado pertenece a la minoritaria asociación controlada por la izquierda, pero sabe manejar bien el poder. Ha tenido la habilidad de escalar a lo más alto sin otro mérito conocido que su amistad con Dolores Delgado. No me sorprende lo sucedido, porque siempre hay colaboracionistas de todo signo. Los regímenes totalitarios, como el comunismo o el nazismo, contaron con juristas que organizaron y desarrollaron con eficacia y triste brillantez esas dictaduras.
No me ha sorprendido que algunos mediocres juristas de izquierdas jubilados hayan salido al rescate del gobierno. Los amigos de Garzón y Delgado siempre están dispuestos a defender una cosa y la contraria. Los que critican a los fiscales que atacaron al gobierno, algo que podían hacer con absoluta tranquilidad, o se escandalizan porque Feijóo anuncie que derogará las leyes que configuran lo que coloquialmente denominamos el «sanchismo» se sienten cómodos con la quiebra de la separación de poderes, la colonización de la Fiscalía General o la instrumentalización del TC. A los que critican al Gobierno se les llama conservadores o incluso se cuestiona su capacidad jurídica. En cambio, a los escasos seguidores del sanchismo no se les llama socialistas, comunistas o podemitas. No hay duda de que impera la coherencia. La diferencia entre unos y otros fiscales, es que la vocación de los miembros de la Asociación de Fiscales es servir a la Justicia mientras que los otros lo hacen a su ambición y al uso alternativo del Derecho. No importa que reciban el aplauso de los medios y los columnistas afines, porque es urgente derogar el sanchismo.
Francisco Marhuenda es catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)
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