
Al portador
El día en el que Sánchez empezó a parecerse a Rajoy
Acaba de quedar al descubierto el talante –agrio y desabrido– del inquilino de la Moncloa con aquellos de su propio partido que no le bailan el agua
Hegel (1770-1831) escribió que «todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces». Karl Marx (1818-1883) acota al filósofo alemán al inicio de «El 18 de Brumario de Luis Napoleón» y precisa que «se le olvidó agregar: una vez como tragedia y otra como farsa». Desde entonces, discusiones tan interminables como bizantinas se han multiplicado sobre si la historia se repite o no, un debate que nunca quedará zanjado. La actualidad, no obstante, suele ofrecer coincidencias con el pasado, con extraños compañeros. Pedro Sánchez y Mariano Rajoy, ¿quién lo iba a decir?, y por mucho que les incomode, tienen otra cosa en común, además de presidir el Gobierno. La revelación, nada casual por supuesto, de unos mensajes de whatsapp del inquilino de la Moncloa a José Luis Ábalos, en momentos diferentes, evocan otros episodios pasados. En su día, el entonces líder del PP, también en la Moncloa, remitió el famoso mensaje de «Luis, sé fuerte» a Luis Bárcenas, ex-tesorero del PP, cuando empezaron a conocerse sus andanzas. Ahora se sabe que el jefe de los socialistas le dijo a Ábalos, ya caído en desgracia, apartado del Gobierno y cuando surgían datos sobre sus prácticas: «te traslado mi solidaridad ante los infundios que veo en los medios» Y antes: «he echado de menos trabajar contigo, también tu amistad».
León XIV está preocupado por la Inteligencia Artificial y por su futura influencia en las personas, que irá a más y nadie sabe dónde conduce. Los políticos actuales empiezan a entender que «la letra con sangre entra» y que los mensajes, que quedan y no se borran, tienen más peligro que nada y que son, a veces, sus principales errores. Ahora acaba de quedar al descubierto el talante –agrio y desabrido– del inquilino de la Moncloa con aquellos de su propio partido que no le bailan el agua. Los whatsapp lo desvelan, pero Emiliano García Page y Javier Lambán, por si había dudas, se lo confirmaron ayer a Carlos Alsina en Onda Cero. Es cierto, como dice el sanchismo indignado por la filtración –no le molestó la que afectaba a Rajoy–, que son cosas que suceden en la vida de los partidos, pero revelan un talante y siembran la duda de qué conocía Sánchez de los trapicheos de Ábalos. «La crítica interna siempre es un peligro de muerte para una comunidad», decía uno de los referentes del Papa Francisco (1936-2025), Alberto Mathol Ferré (1929-2009), y también ideólogo de la teología de la liberación, que bebía –¿repetición de la historia?– en las fuentes de Hegel.
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