OTAN

El ejemplo de las Fuerzas Armadas

Si en estos últimos cuarenta años, marcados por la vigencia de la Constitución de 1978, hay alguna institución que con más compromiso ha evolucionado, esta ha sido las Fuerzas Armadas. Su leal cumplimiento de la Carta Magna y la máxima observancia de las Reales Ordenanzas, también de 1978, con un nuevo concepto de la defensa nacional, le ha proporcionado la máxima valoración de los españoles, junto a la Guardia Civil y la Policía nacional (CIS de abril de 2018). Su trabajo realizado siempre en un segundo plano de los focos de la vida política ha sido un ejemplo de servicio público realizado con una discreción admirable en un tiempo marcado por un narcisismo social desmedido y una política de bajo vuelo. El mandato constitucional y la alta profesionalización de los tres ejércitos ha sido el instrumento para su modernización plena y, como señaló ayer el Rey, de «adecuación a los estándares y de la OTAN». «El compromiso de todos ellos con los valores democráticos ha sido indispensable, junto al de las demás instituciones del Estado, para la consecución y el mantenimiento de la estabilidad y la seguridad de España», añadió Don Felipe en su discurso en el acto de celebración de la Pascua Militar. Recordar los cuarenta años de la Constitución y su relación con las Fuerzas Armadas es necesario porque un Estado avanzado se sostiene por los poderes que son constitutivos del orden democrático –ejecutivo, legislativo y judicial– y la institución que tiene como «misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional» como son las Fuerzas Armadas (artículo 8 de la Constitución). Su sentido de la lealtad y la disciplina le ha permitido sobrellevar unos años de recortes en su presupuesto, ahora de nuevo en crecimiento, algo que puso en valor la ministra del Defensa, Margarita Robles, y que ratificó el Rey, ya que esa inversión «asegura la disuasión frente a los riesgos y amenazas en nuestro entorno, al tiempo que contribuye a la estabilidad, a través de los organismos y alianzas internacionales de los que España forma parte». El incremento en los presupuestos de 2018 fue del 10,7% –los de este año todavía no están aprobados–, aumento que es más significativo si se tiene en cuenta que en 2017 ya experimentó un crecimiento del 32%, al incorporar los Programas Especiales de Armamento. Las Fuerzas Armadas se han adaptado a estos años de ajuste con ejemplaridad y sin desatender las misiones en las que está participando, dieciséis en total, y lo hacen, como subrayó Don Felipe, «combinando su demostrada eficacia con humanidad, comprensión y cercanía, ganándose así gran respeto, gratitud y prestigio allá donde realicen sus misiones». Como ejemplo de este gran cambio ha sido la incorporación de la mujer hace treinta años a la profesión militar –estando ya muy cercano el primer generalato–, por lo que podemos considerarlo, tal y como apuntó el Rey, «uno de los hitos más significativos y necesarios en su proceso de modernización», además de «un paso trascendental en el objetivo de garantizar la igualdad de oportunidades para desarrollar la vocación de servicio a España». En esta Pascua Militar tuvo el Jefe del Estado la oportunidad de recordar que el año pasado se cumplió el 175 aniversario del uso de la bandera nacional por la Armada, un estandarte militar establecido por Carlos III y que Isabel II ratificó definitivamente como enseña de todos los españoles. Es la representación de «nuestra Nación y el signo de su soberanía e independencia, de su unidad e integridad». La bandera es el símbolo y la Constitución la base de nuestra democracia.