Hay que investigar el ciberataque hasta el final

Las últimas elecciones en EE UU siguen bajo la sombra de la duda. A poco más de un mes de que el republicano Donald Trump tome posesión del cargo con más poder del planeta, el presidente saliente, Barack Obama, ha ordenado revisar el proceso. Un informe de la CIA sobre el papel de Rusia en la filtración de correos demócratas durante la campaña ha abierto la caja de los truenos y Obama quiere que todo quede bien aclarado antes de irse. Hace bien el líder demócrata dada la gravedad de las acusaciones. El ciberataque ruso habría tenido el objetivo de beneficiar a Trump sobre Hillary Clinton en un insólito caso de injerencia en un país soberano. De confirmarse, esta maniobra no sólo afectaría a la credibilidad de la democracia estadounidense, sino a todas las demás. Por este motivo, la comunidad internacional debe tomar muy en serio la amenaza que representa Vladimir Putin y apoyar de forma contundente la investigación abierta por Obama para que se llegue hasta el fondo del asunto. Están en juego nuestros valores fundamentales, que pasan por la celebración de elecciones libres. La deriva autoritaria del jefe del Kremlin en Ucrania es sólo la punta del iceberg de una estrategia para minar las democracias occidentales impulsando los movimientos populistas como su Caballo de Troya.