Macron rompe los límites de izquierda-derecha

El laboratorio de Emmanuel Macron ha empezado el experimento político para una nueva Francia. La primera medida es el nombramiento de Édouard Philippe, un político conservador y moderado hecho al lado de Juppé y del socialista Rocard. El mensaje ha quedado claro: romper los límites encorsetados entre derecha e izquierda. Lo importante no es el lugar ideológico que uno reclama, sino saber dar soluciones a los problemas reales con sentido de la igualdad y la justicia. Sin duda Macron busca afianzar una mayoría parlamentaria y necesita atraerse los votos de Los Republicanos, pero también está dando a entender que la iniciativa política tiene que ser recuperada por el centrismo frente a las ofertas populistas, de derecha e izquierda. Francia está acostumbrada a la cohabitación (Mitterrand-Chirac y Chirac-Jospin), pero en este caso la operación es más novedosa y arriesgada, ya que Philippe, que no hizo campaña a favor de Macron, se convierte ahora en garante del nuevo giro político que quiere emprender el presidente de la República. Aquellos líderes políticos que desde diferentes rincones de Europa quieren mirarse en el espejo de Macron deberían tomar buena nota. La noticia no ha sido del todo bien acogida desde la derecha francesa, que la entiende como una mera deserción. Hoy, cuando se nombre a los nuevos ministros, se acabará de entender el mensaje que quiere lazar el inquilino del Elíseo.