Casa Real
Transparencia en la Casa Real
Entrar en el debate sobre si la Monarquía española es la más barata de Europa tiene, sin duda, los alicientes del consumo rápido y rutilante aunque poco proteico en lo realmente relevante: que es la institución que tiene como objetivo garantizar la estabilidad del Estado y cuya actividad debe desempeñarse con los medios adecuados como corresponde a una democracia. Por lo tanto, lo realmente importante es el uso correcto de los fondos destinados desde la perspectiva de la mejor defensa de los intereses nacionales y de las funciones que le otorga la Constitución, que es lo que el Parlamento, como en todas las democracias, debe controlar. Sin embargo, no está mal recordar que la Monarquía española no hace vida palaciega impropia de una democracia moderna y vive con la modestia de una institución fuente de ejemplaridad pública. En este sentido, la Casa del Rey anunció ayer un paso más en la política de transparencia puesta en marcha desde hace unos años: Zarzuela ha asignado un sueldo a la Reina y a la Princesa con el objetivo de «profesionalizar» sus actividades, es decir, que éstas estén reguladas y sometidas a un control presupuestario. En el caso de Doña Sofía, ingresará 131.739 euros anuales (68.505 de ellos como gastos de representación) y en el de Doña Letizia, 102.464 (53.282 como representación). De esta manera, se desglosan por primera vez los emolumentos que la Reina y la Princesa recibirán, ya que hasta ahora era don Juan Carlos quien decidía cada año, en función de los actos y de los gastos de representación ocasionados, cómo se distribuía el dinero. Según el artículo 65 de la Constitución, el Rey «recibe de los Presupuestos del Estado una cantidad global para el sostenimiento de su Familia y Casa, y distribuye libremente la misma». De esta manera, se avanzan las cuentas de 2014 en un momento en el que es necesario controlar el gasto y ponerlo al alcance de la opinión pública. Éstos son los últimos Presupuestos antes de la Ley de Transparencia. Lo destacable, por lo que tiene de normalidad, es que estos sueldos tributan un 49% en el caso de la Reina (igual que el del Príncipe) y a un 47% en el de la Princesa. Por su parte, el Rey recibe un sueldo de 292.752 euros (152.233 en concepto de representación), que ya había hecho público, del que se deduce un 51% de impuestos. Además, la asignación presupuestaria de la Casa del Rey ha descendido un 2% para 2014, de manera que en los últimos cuatro años ha menguado el 12,58%, lo que supone un total de 7,78 millones. Lo relevante en los gastos de la Corona es poder desempeñar su tarea con la dignidad propia de la Jefatura del Estado y la fiscalización de los organismos oportunos sobre la base de que no todos los gastos privados de la Familia Real deban hacerse públicos por normas básicas de privacidad.
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