Lentitud de la Justicia contra la corrupción

En la apertura del Año Judicial, que por primera vez ha presidido Felipe VI, el presidente del Tribunal Supremo y el Fiscal General coincidieron en alertar sobre la lentitud de la Justicia para resolver los casos de corrupción. Nada más cierto y más preocupante para la sociedad, que no entiende por qué en España se eternizan procesos (algunos llevan más de cinco años) que en los países de nuestro entorno se sustancian en pocos meses. Hacen bien Lesmes y Torres-Dulce en denunciar el problema, pero les corresponde a ellos impulsar la solución.