Los batasunos tensan la cuerda de la legalidad

Si los terroristas de ETA no pudieron acallar al PP con tiros en la nuca ni con coches bomba, menos aún lo logrará su brazo político, por más que amenacen a los diputados o precinten la sede del partido en San Sebastián. La Fiscalía no puede cruzarse de brazos ante el matonismo de Bildu y Sortu, que ya acumulan demasiados casos de agresiones. El Estado de Derecho es incompatible con las coacciones y amenazas al adversario político, ya las profieran los nazis en Grecia o los batasunos en el País Vasco.