No existen los milagros en economía. Ni siquiera en algo que parecía tan lejano como revitalizar el mercado laboral. El ministro Montoro ofreció ayer un dato muy significativo: en mayo se creó nuevo empleo como cuando la economía crecía el 3% o el 4% del PIB, pero en un escenario con tasas positivas del 0,4. La reforma laboral o medidas de estímulo como la «tarifa plana» de cien euros –se han creado más de 68.000 contratos indefinidos en tres meses– parecen claves para dejar atrás una etapa negra para el empleo.