Constitución
Sueño cumplido 520 años después
El camino simbólico de regreso a casa que en 1982 franqueó la democracia recién estrenada a la comunidad sefardí para aceder a la nacionalidad española culminó ayer con la decisión del Gobierno de Rajoy de eliminar los últimos obstáculos burocráticos. A partir de ahora, cualquier descendiente de los judíos expulsados en 1492 que acredite la condición de sefardí podrá ser español, viva donde viva. Eso sí, ha de jurar fidelidad a la Constitución y al Rey. Un retorno deseado y deseable que hace justicia a quienes nunca dejaron de sentirse españoles.
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