El trípode

De Enrique II y Becket, a Trump y Comey

Preguntado por un senador sobre las razones por las que había sido separado del cargo por Donald Trump, Comey declaró que el presidente le había pedido que abandonara la investigación sobre su ex asesor de Seguridad Nacional, Michael Flyinn.

Hoy 29 de diciembre, la iglesia católica -y en este caso también la Anglicana- hace memoria de Santo Tomás Becket. Un gran personaje inmortalizado por Richard Burton en la espléndida película que lleva por título su apellido Becket, haciendo pareja con Peter O’Toole en el papel de su gran opositor, Enrique II Plantagenet, rey de Inglaterra. Estamos en el siglo XII y tras ser estrecho amigo y canciller del rey, al ser elegido arzobispo de Canterbury y cabeza de la Iglesia católica en el reino, se enfrentará a su antiguo amigo Enrique II oponiéndose a su pretensión de ejercer en la práctica como soberano también en la Iglesia, usurpando el papel del Papa y la jerarquía episcopal en todo lo ajeno a la doctrina.

Ello le significará la muerte a manos de cuatro caballeros de la Corte que interpretaron como una orden las palabras pronunciadas en público y en su presencia, por el monarca, al decir: «¿es que nadie de entre mis súbditos a los que tanto he beneficiado va a librarme de este clérigo que se opone a mí?» De esta forma firmará su sentencia de muerte ante el altar mayor de la Catedral de Canterbury ejecutado por las espadas de esos cuatro cortesanos. Tres años después el Papa Alejandro III le canonizará, expandiéndose por todo el reino la fama y admiración hacia el santo mártir, lo que llevará al rey a la insólita decisión de expresar públicamente su dolor y arrepentimiento, azotándose en el mismo lugar en el que su antiguo amigo y Canciller había sido asesinado. Aquellas palabras del rey están en la Historia y han dado lugar a numerosos estudios y debates acerca de si fueron debidamente interpretadas por sus cortesanos, siendo Enrique II el responsable de la muerte de Becket o no. Un ejemplo reciente de ello, lo tenemos en lo sucedido en 2017 en el Comité de Inteligencia del Senado de los EEUU, con ocasión de la comparecencia a raíz de su despido del exdirector del FBI James Comey.

Preguntado por un senador sobre las razones por las que había sido separado del cargo por Donald Trump, Comey declaró que el presidente le había pedido que abandonara la investigación sobre su ex asesor de Seguridad Nacional, Michael Flyinn. Ante esa respuesta preguntó el senador si cuando el presidente de Estados Unidos dice algo como «espero» o «sugiero» «¿Toma eso como una orden?» - «Sí», respondió Comey: Suena en mi oído como una especie de ¿Nadie me librará de este sacerdote entrometido? Comey fue cesado, pero no ejecutado.