Sin Perdón
La epopeya ucraniana
«La corrupción, la violencia y las mafias son cosa del pasado. A nadie le interesa»
La lectura de la prensa occidental hace presagiar la derrota de Putin y muestra al ejército ruso como uno de los más ineficaces de la historia. Es la atractiva imagen de David derrotando a Goliat. Zelenski ofreció ayer una multitudinaria rueda de prensa con motivo del primer aniversario de la invasión. No hay duda de que domina la propaganda y consigue que la causa ucraniana resulte muy simpática a la opinión pública de los países que forman la coalición aliada. Antes del comienzo de la guerra, Ucrania era un país poco conocido, situado en el Este de Europa y las noticias que se publicaban no era positivas. No hay más que acudir a la hemeroteca. Hacían referencia a violencia, mafias, tráfico de drogas, ciberdelincuencia… Es verdad que lo negativo siempre resulta informativamente más atractivo. En cambio, ahora es la epopeya de un pueblo que se enfrenta a la opresión rusa.
Me recuerda la lucha de Grecia para independizarse del Imperio Otomano en el siglo XIX. El gran poeta Lord Byron se involucró en ella, al igual que otros europeos, enfermó gravemente y murió en Mesolongi el 19 de abril de 1824 sin haber cumplido el sueño de lograr la independencia. En cualquier caso, su muerte contribuyó al idealismo de aquella lucha de los europeos contra los pérfidos turcos. Goethe escribió «Descansa en paz, amigo mío, tu corazón y tu vida han sido grandes y hermosos». Por ello, hay guerras que adquieren un tono épico y romántico, como sucede con Ucrania. Cualquier aspecto negativo es rápidamente ignorado. La corrupción, la violencia y las mafias son cosa del pasado. A nadie le interesa. Todos queremos que se incorpore a la UE, la OTAN y cualquier organismo internacional, aunque nadie quiere provocar la Tercera Guerra Mundial. Zelenski estaba considerado como un personaje menor. Un actor cómico que había llegado a presidente. Era, incluso, una consecuencia excéntrica de la convulsa y atormentada política ucraniana. Ahora es un líder mundial. Es el símbolo de la epopeya ucraniana mientras Putin es la encarnación del mal. Por ello, Zelenski aprovecha que Estados Unidos quiere derrotar a Rusia y superar el desastre de Afganistán para lograr más armas e involucrar totalmente a la UE y la OTAN en el conflicto.
Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)
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