Puntazo
Escrivá no compra la España del cohete
Su ánimo indulgente no ha podido blanquear el hostigamiento impositivo de la administración sanchista.
Era el primer gran informe anual de José Luis Escrivá como gobernador del Banco de España y se ha cuidado de incomodar a Moncloa más allá de lo inevitable. Ha mimado su reforma de las pensiones como ministro hasta el punto de que ha esquivado la crónica preocupación por el gasto del sistema y, en esa línea, ha preferido sortear el debate sobre la reducción de jornada. Su ánimo indulgente no ha podido blanquear el hostigamiento impositivo de la administración sanchista que ha retratado en forma de más impuestos, más gasto y redoble de cotizaciones sociales por encima de la media europea. Su advertencia sobre los «problemas estructurales» de las finanzas públicas es la consecuencia del desequilibrio y la ineficiencia. Anticipa una desaceleración de la economía y avisa del paro tensionado, así como del preocupante absentismo. Ni siquiera el transigente gobernador compra la España del cohete. Sánchez debe encargar otro relato.