Tribuna

Gestionar el mutipolarismo transaccional

Ante su debilidad económica coyuntural y estructural, Occidente debe replantearse su comportamiento en relación con la guerra en Ucrania y la pugna geopolítica con China

La previsión de crecimiento de las economías desarrolladas en 2023 es de solamente 1,3%. con una expansión del PIB del 1,6% en EEUU, 0,8% en la eurozona y recesiones en el Reino Unido y Alemania. La inflación ha descendido al 5% en EEUU y 6.9% en la eurozona. Pero la Reserva Federal como el Banco Central Europeo deberán seguir subiendo los tipos de interés. La inflación subyacente, que excluye la energía y los alimentos, sigue ascendiendo. La ralentización económica brusca con intereses altos provoca mayor morosidad de las empresas y particulares. El desempleo históricamente bajo en EEUU (3,5%) y UE (6%) significa que los profesionales que no han abandonado el mercado laboral debido a Covid-19 ejercen presión al alza sobre los salarios. Las numerosas huelgas en Alemania, Francia, Reino Unido y España son prueba de ello. Los ciudadanos de EEUU y la UE no pueden esperar más ayudas de sus gobiernos. En la eurozona el Pacto de Estabilidad exige déficits presupuestarios que no excedan el 3% del PIB. La Comisión Europea pedirá austeridad a los países que superan dicho límite, como Francia (5,3%), Italia (5%) y España (4,9%). La confrontación entre Demócratas y Republicanos sobre cómo elevar el techo de endeudamiento antes de junio puede desestabilizar los mercados. Se logrará probablemente un acuerdo de última hora para incrementar dicho límite, que es de 31,4 billones de dólares y equivale al 123% del PIB. En el mundo occidental la mayor esperanza de vida y estancamiento del porcentaje de la población que trabaja amenaza la solvencia de sus sistemas de pensiones y prestaciones médicas y sociales. Pero ningún gobierno se atreve a tomar medidas impopulares como un aumento sustancial de la edad de jubilación o recortes de prestaciones.

Ante su debilidad económica coyuntural y estructural, Occidente debe replantearse su comportamiento en relación con la guerra en Ucrania y la pugna geopolítica con China. La reciente filtración ilegal de cientos de documentos secretos de EEUU revela que el Pentágono no prevé que la esperada contraofensiva ucraniana progrese. Asimismo, proporciona a Moscú muchos detalles para frenarla. Putin mantiene un férreo control de su país a pesar de las 223.000 bajas y 43.000 muertes en sus fuerzas militares. Tampoco ganamos la guerra económica contra Rusia, que en 2022 recaudó un 19% más por su venta de petróleo respecto a 2021. El factor decisivo continúa siendo el comportamiento de China, India, Brasil, Turquía, Indonesia, México. Sus multinacionales no abandonan Rusia y han ampliado su comercio con Moscú.

Según los cálculos de The Economist, los 25 mayores países que son neutrales en relación con la guerra en Ucrania y/o la pugna con China suponen el 45% de la población y el 23% del PIB global. Una delegación brasileña que visitó Pekín recientemente estaba integrada por cinco ministros y 240 empresarios. En 2009 China sustituyó a EEUU como primer socio comercial de Brasil. India continúa comprando petróleo a un precio descontado a Rusia y empleará su presidencia del G20 este año para promover los intereses del «Sur global». El presidente turco Recep Erdogan retrasa la adhesión de Suecia a la OTAN. El fenómeno quizás más preocupante es la reorientación de los 600.000 millones en petrodólares que recaudaron en 2022 los países del Golfo. Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y Qatar tradicionalmente invertían en deuda de países occidentales. Ahora utilizan sus fondos soberanos para comprar empresas en los mercados donde prevén vender más petróleo – China, India y el sudeste asiático. La reciente decisión de OPEP + (que incluye a Rusia) de recortar su producción de petróleo en 1,1 millones de barriles confirma su disposición a desafiar a Occidente.

Pero la coalición occidental integrada por EEUU, la UE, el Reino Unido, Canadá, Japón, Corea del Sur, Australia, Nueva Zelanda y Taiwán generan la mitad del PIB mundial. Aunque hayan crecido los flujos comerciales con China y Rusia, la inversión directa extranjera (IDE) acumulada de los países occidentales es mucho mayor. EEUU es el primer receptor mundial de IDE (5 billones) y encabezó el ranking de nuevos flujos de IDE en 2021 (506.000 millones) y en el primer semestre de 2022. El comercio entre EEUU y la UE alcanzó un récord de 1,2 billones en 2021. La IDE acumulada de EEUU en la UE es cuatro veces superior a la que tiene en los países asiáticos, y la IDE acumulada de la UE en EEUU es diez veces superior a la acumulada con China e India. La mayor parte de los intercambios comerciales e inversiones se llevan a cabo en dólares, euros, yenes o libras esterlinas. Los ciudadanos de los países emergentes emigran a EEUU y Europa.

Sin embargo, Occidente debe tomar medidas respecto a los países emergentes neutrales. No se debe ratificar el acuerdo de comercio entre la UE y Mercosur. Washington debe reducir el suministro de gas natural a Turquía y suspender su acuerdo de provisión de tecnología nuclear civil a la India. Los estados de la UE no deben conceder la ciudadanía a nacionales de China y Rusia. A la agresividad militar de Rusia y China hay que responder con aranceles adicionales sobre sus exportaciones.

Dr. Alexandre Muns Rubiol.Profesor, EAE Business School.