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Aunque moleste

Gobernando el caos

Tal vez nunca sepamos qué pasó de verdad el día del gran apagón

Mala suerte, mal fario o mala gobernanza. El caos persigue a España con repercusión internacional dañina. Son demasiadas trece horas dentro de un vagón sin agua ni comida ni luz, con baños malolientes, y ancianos y niños dentro. Alguna vez se puede robar el cobre de la red ferroviaria, pero cuando es reiterado, la pregunta es si no hay manera de asegurar las vías con protección avanzada. Los trenes en nuestro país funcionan con exceso de incidencias, y cabe sospechar que el problema es que la red, gestionada por la empresa pública Adif, no está debidamente preparada para que tres operadores multipliquen el número de frecuencias. Similar a lo de REE, la firma semipública encargada de vigilar la distribución eléctrica en régimen de monopolio. Una semana después, el Gobierno sigue sin explicar qué pasó, aunque la percepción que tenemos es que ya lo sabe. Claro, los intereses en juego son muchos. Las reclamaciones a los seguros no serán igual si se concluye que fue un ciberataque o un error del regulador. Un «hackeo» parece constatado que no fue, más bien se trataría de la descompensación comentada entre energías firmes (gas, nuclear) y no firmes (renovables). Aunque una caída a cero del sistema podría ser debida también a otras causas, algunas de las cuales no dejan huella. Por ejemplo, un pulso electromagnético o un haz de «energía dirigida» con ondas micro en alta frecuencia que daña la red sin afectar a las personas. Opciones que Sánchez, gobernando el caos, quiere explorar al máximo antes de llegar a alguna conclusión. Tal vez nunca sepamos qué sucedió. Pasarán las semanas y otras desgracias taparán a ésta, dejando en el aire preguntas sin resolver, como qué motivó que la desconexión de la red francesa se produjera antes del apagón o el papel jugado por el incendio (desmentido) en una estación de alta tensión entre Perpiñán y Narbona. Los alcaldes catalanes recibieron a las 22:30 del domingo un extraño SMS avisando de una avería. De eso nadie habla, como tampoco de las pruebas que estaba haciendo la UE, el día 22 y el mismo 28, para establecer un nuevo sistema de fijación de precios eléctricos, técnicamente denominado Acoplamiento Diario Único Europeo (SDAC, por sus siglas en inglés), algo que en principio no tendría que generar inestabilidad al sistema, pero que pone de los nervios a los técnicos cuando se les pregunta, según Lorenzo Ramírez. Este sistema está destinado a mejorar la adaptabilidad de las fluctuaciones en la generación y el consumo de energía, justo lo que falló.

Demasiadas incógnitas, entre ellas, por qué el Gobierno austriaco distribuyó en 2021 carteles en prevención de un «blackout» que tendría lugar «en 2025». Los militares austriacos hicieron una guía con consejos prácticos para «dos semanas de apagón», entre ellos pactar de manera preventiva un punto de encuentro con familiares y amigos, acumular pasta y arroz, conservas, dos litros de agua por persona y día, velas, linternas, hornillo de gas, dinero en monedas y pequeños billetes, radio de pilas, un extintor y medicamentos para dos semanas, amén de artículos de higiene, tinta, tiritas, saco de dormir, ropa de abrigo y tener llenos de gasolina o diésel los depósitos de los vehículos. ¿Tenían una bola de cristal o sabían cosas que los demás desconocemos?