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Sin Perdón

La guerra comercial de Trump

«El aislacionismo y el proteccionismo son reacciones pésimas en los terrenos político, económico e internacional»

La historia demuestra que las guerras comerciales tienen consecuencias tan negativas como imprevisibles. Trump busca reducir el déficit comercial, ya que considera que muchos países se benefician injustamente de Estados Unidos. En este sentido esgrime que se producen prácticas comerciales desleales y por ello pretende emprender medidas para acabar con esta situación. El déficit comercial de bienes y servicios alcanzó en enero un récord de 131.400 millones de dólares, que representa un incremento del 34 por ciento con respecto a diciembre. No hay duda de que es un desequilibrio muy significativo. La cifra total de las importaciones en el pasado año fue de 4,1 billones frente al 3,1 de las exportaciones. A la hora de determinar el déficit con sus principales socios comerciales podemos ver que asciende a 295.400 millones con China, 235.600 con la Unión Europea, y 171.000 con México. No hay duda de que son cifras muy voluminosas y que es lógico que Trump intente conseguir su reducción. El problema es el disparatado método que ha decidido utilizar provocando una guerra comercial que puede tener consecuencias desastrosas para la economía mundial, pero también, como es lógico, para la estadounidense.

En un mundo globalizado con unas conexiones tan complejas es evidente que la economía es frágil y se puede producir un efecto dominó que conduzca a una nueva crisis. La situación geopolítica hace, además, que la inestabilidad sea mayor con dos guerras complicadas y sin resolver como sucede con Ucrania y Gaza. Tras la crisis provocada por la pandemia y los problemas que han surgido posteriormente no existe una fortaleza económica como se puede comprobar con los países de la Unión Europea. No hay más que ver las cifras reales de la economía española al margen de la absurda euforia propagandística del Gobierno. Un análisis de los datos macroeconómicos desmonta el voluntarismo sanchista y nos pone frente al espejo de la cruda realidad. Trump está actuando como un elefante en una cacharrería, además de romper el vínculo con los tradicionales socios y amigos de Estados Unidos. El aislacionismo y el proteccionismo son reacciones pésimas en los terrenos político, económico e internacional, pero provocan, además, un efecto que puede ser irreversible. La reacción de Trump refleja muy bien su carácter irreflexivo e irresponsable y provocará represalias generalizadas.

Francisco Marhuenda.De la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España. Catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)