Una guerra para un Nuevo Orden Global

Las imágenes de la situación en Oriente Próximo muestran que estamos en presencia de una auténtica guerra, en la que según Israel es la mayor desgracia padecida en toda su existencia como Estado desde 1948, con centenares de víctimas civiles, además de las militares. El violento ataque desencadenado por la organización terrorista Hamas tiene una peligrosa influencia geopolítica que trasciende a una guerra entre Gaza e Israel. Las 260 víctimas mortales provocadas por los terroristas y contabilizadas en un concierto por la paz que se celebraba en sus proximidades, dan idea de la terrible gravedad de la situación La relación de Hamas con Irán es tan estrecha como conocida, por lo que es preciso analizar ese movimiento bélico como el de una pieza en el tablero de ajedrez en el que se disputa un nuevo orden a nivel mundial en la actualidad. Estados Unidos ya ha expresado su total apoyo a Israel movilizando fuerza naval y aérea hacia el Mediterráneo, lo que desplaza y debilita el foco militar de Ucrania a esa otra zona. Y esta es una clave que debe tenerse muy presente ya que esa invasión comenzó inmediatamente de haber regresado Putin a Moscú, procedente de Pekín donde firmó en febrero de 2022 un Tratado bilateral de cooperación con Xi Jinping calificado de histórico. En ese acuerdo, ambos países China y Rusia, abogan por un nuevo orden mundial «multipolar, que acabe con el actual surgido de la desaparición de la URSS en 1991 y liderado hegemónicamente por los valores de Occidente con los EEUU». Esos hechos y su simultaneidad temporal remiten a los BRICS, la alianza liderada precisamente por China y Rusia e integrada a día de hoy por los países cuyos nombres escriben el acrónimo por el que es conocida esa Alianza (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Pero todavía es más significativo que está prevista para el inmediato 1º de enero la incorporación de Arabia Saudí, Etiopía, Egipto, Argentina, Emiratos Árabes, e… Irán.

Ese grupo representa más del 30% del PIB mundial, el 42% de las reservas de petróleo y casi el 40% de la población, lo que la convierte en una gran superpotencia a nivel global. Y eso sin considerar que además tiene a más de 20 países en lista de espera. Basta añadir dos elementos a la ecuación para ubicarnos adecuadamente: uno militar y otro financiero. Este, es que saudíes y Emiratos Árabes disponen de más de 600.000 M de dólares para inversiones. El militar es que Ucrania representa para Rusia lo que Taiwán para China, lo que agrava la posibilidad de un conflicto mundial a gran escala.