El trípode

Hoy, «plan de regeneración democrática sanchista»

Sin Presupuestos desde 2023, se atreve a asumir compromisos internacionales de especial importancia para el Estado y la soberanía nacional, marginando al Congreso y a la oposición

Hoy comparece Sánchez en el Congreso, con un orden del día que habla por sí mismo de su importancia y que requeriría no de una sino de varias sesiones parlamentarias para sus debates. Entre ellos, la Cumbre de La Haya y su papelón, al firmar el mismo acuerdo que los dirigentes de todos los 32 países de la OTAN sobre el gasto para la Defensa, pero interpretado por él de manera diferente a los restantes. De «genialidad» calificó con ironía el Primer Ministro de Bélgica su afirmación de que con el 2,1% del PIB iba a cumplir con lo firmado por los demás cosignatarios para asumir las exigencias defensivas derivadas de ese acuerdo final. Pero está claro que fue una mera estrategia para engañar y complacer a sus progresistas compañeros de viaje, aparentando ser el «progresista» líder que se enfrenta a Trump y su intención de exigir un 5% del PIB para la Defensa. Lo que sin duda le ha retratado ante la OTAN y la UE, con el deterioro reputacional que conlleva para España, al tenerle al frente del Gobierno. Y hoy, con ese asunto, intenta compensar con sus socios y aliados su situación personal y política rodeada de corrupción. Sin Presupuestos desde 2023, se atreve a asumir compromisos internacionales de especial importancia para el Estado y la soberanía nacional, marginando al Congreso y a la oposición. Ayer, su Gobierno le hizo honor y «cambió de opinión» en esa materia, aprobando un Real Decreto que autoriza a comprar tecnología a Israel, al considerar que es necesaria para cumplir con su plan de rearme militar. Pero no queda ahí su agenda, al anunciar que también presenta un paquete de medidas para «la regeneración democrática», lo que suena a tomadura de pelo, ya que esa regeneración exigiría que él asumiera previamente su responsabilidad política, derivada cuando menos de su responsabilidad «in eligendo» e «in vigilando» con personas de su total confianza para puestos de elevada responsabilidad pública. Con Cerdán en prisión y 16 ya investigados judicialmente por presunta corrupción, el goteo diario de casos sanchistas continúa. De ellos, el de la expresidenta de Adif tiene un particular interés dados los frecuentes «caos ferroviarios» que reflejan graves problemas de mantenimiento en trenes e infraestructuras. Habrá que ver dónde iban los contratos destinados a ese fin. Y, por cierto, la polarización política que provoca el sanchismo lleva a que el lenguaje político se radicalice cada día más, y se califique a Vox –tercera fuerza parlamentaria– como «cuadra de fascistas». Calificación dada por el «socialdemócrata» Eduardo Madina, hoy de actualidad como derrotado por Sánchez en unas primarias: y al parecer, también manipuladas.