Sin Perdón

La indigna comisión de los siete votos

«Sánchez y su Gobierno están asediados por los escándalos de corrupción y el más descarado clientelismo»

No hay duda de que siete votos dan mucho de sí con un presidente del Gobierno que no tiene ningún principio, ni bueno ni malo. Es un camaleón que se adapta a las circunstancias políticas para utilizarlas en su beneficio y sobrevivir. El emperador Augusto fue definido, también, como un camaleón, aunque algunos de sus contemporáneos preferían el término de un estoico para explicar su obra y trayectoria. Al margen de su mitificación, por algo consiguió que triunfara su partido, siempre me he decantado por la idea de que era un camaleón. No hay más que constatar la evolución del joven y frágil sobrino nieto de César hasta que consigue acabar con el ciclo de guerras civiles. Por supuesto, no pretendo equiparar a Sánchez con Augusto, porque está lejos de mi intención mancillar la memoria del primer emperador de Roma que fue uno de los grandes estadistas y políticos de la historia. En el caso del presidente del Gobierno no quiero mentir llamándole estadista, porque para esos excesos ya cuenta con los ministros pelotas que, afortunadamente, no son la mayoría.

Su sumisión a los independentistas le ha conducido a autorizar una comisión de investigación que tiene el disparatado nombre de «Operación Cataluña». Rajoy estuvo ayer muy bien en su comparecencia, mientras los portavoces de la izquierda hicieron gala de un sectarismo tan exagerado como inconsistente. Sánchez y su Gobierno están asediados por los escándalos de corrupción y el más descarado clientelismo. Sus aliados hicieron el ridículo más espantoso atacando al expresidente mientras sostienen a un presidente del Gobierno que tiene imputado a su antiguo número dos por un sórdido escándalo con prostitutas y corrupción. La situación no puede ser más absurda. A estas alturas, Sánchez no ha pedido perdón por haber sentado en el Consejo de ministros y tenido al frente del partido a un personaje que liberó a una prostituta para que estuviera a su servicio. La comisión de investigación sienta un precedente con los ataques contra Rajoy. El PP debería profundizar en los aspectos más sórdidos del sanchismo y ser menos exquisito. Por supuesto, debería hacer en el futuro lo mismo que Sánchez ha hecho con Rajoy. El comportamiento del representante socialista fue vergonzoso. Como primera etapa está crear más comisiones en el Senado y convocar a Sánchez.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).