Al portador

El inefable Tezanos y cómo «creer lo que no es cierto»

Quizá todo consista en que Tezanos se equivoque pero gobierne Sánchez, en «creer lo que no es cierto» y en «negarse a creer lo que es verdad»

Soren Kierkegaard (1813-1855), filósofo y teólogo danés, considerado el padre del existencialismo y siempre melancólico, sostenía que «hay dos maneras de dejarse engañar. Una es creer lo que no es cierto; la otra, negarse a creer lo que es verdad». José Félix Tezanos, presidente del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), es bastante probable que haya leído y conozca la obra «El concepto de la angustia», de este autor obsesionado toda su vida con la ansiedad. Quizá eso fue lo que atrajo a Sartre (1905-1980) y Heidegger (1889-1976) que ahondaron en algunas de sus teorías. El CIS publicó ayer su último –de octubre– Barómetro, que incluye la habitual estimación de voto. Como siempre, el PSOE figura en cabeza, con el 34% de voto, seguido del PP, con un 31,%, lo que supone mejorías en sus expectativas tanto para socialistas como populares. También ayer, los lunes son días de encuestas, se publicaron sondeos electorales, realizados por empresas privadas, sin relación aparente con el Gobierno, que conceden una ventaja notable al PP de Núñez Feijóo sobre el PSOE de Pedro Sánchez.

La historia se repite con monotonía desde que Sánchez llegó a la Moncloa y colocó a Tezanos en el CIS que, bajo su presidencia, quizá entraría en la consideración de «institución extractiva», según Daron Acemoglu, que acaba de recibir el premio Nobel de Economía. Son las que concentran el poder en manos de una elite reducida –o grupo menos elitista– y fijan pocos límites al ejercicio de su influencia». La demoscopia está lejos de ser una ciencia exacta, y las previsiones de Tezanos difieren de forma radical de las de todos sus colegas. Muchos las interpretan como una manera de influir en los votantes. En los últimos años, su éxito ha sido descriptible, lo que no ha impedido que Sánchez se mantenga en el poder, porque tampoco sus detractores –salvo excepciones– estuvieron finos en sus predicciones. En las últimas elecciones ganó el PP, en contra de los vaticinios de Tezanos, pero con una victoria insuficiente. Ahora no hay comicios a la vista, pero es probable que los hubiera si Sánchez y los suyos creyeran a pies juntillas los datos del CIS. Eso sí, en la Moncloa esperan, encuesta tras encuesta, influir en los electores para, al menos, repetir un resultado como el de julio de 2023, y no es ni mucho menos imposible. Lo admite incluso algún consejero de Feijóo. Quizá todo consista en que Tezanos se equivoque pero gobierne Sánchez, en «creer lo que no es cierto» y en «negarse a creer lo que es verdad», que era lo que explicaba Kierkegaard.