El trípode

Más interés por el Sorteo de la Navidad

Desde luego bastante más interés suscita el Sorteo que ese encuentro de Feijóo con Sánchez, tan inoportuno como inútil.

Hoy es el Sorteo más esperado del año, y ya desde las 9 de la mañana los bombos con los números agraciados y las cantidades correspondientes, acaparan la atención general de la gente, con los colegiales de San Ildefonso coreando las ya famosas frases evocadoras de estas fechas navideñas. Desde luego bastante más interés suscita el Sorteo que ese encuentro de Feijóo con Sánchez, tan inoportuno como inútil. Entre otras razones, y no es la menor, por el acreditado valor de la palabra dada por el inquilino de La Moncloa, a quien parece no haberle complacido en exceso que tomándole por una vez su palabra en serio, –sin sentar precedente– el gallego acepte la reunión, pero no en su transitoria residencia oficial sino en la sede de la soberanía nacional. Desde luego que es más correcto dicho lugar que reunirse en el extranjero y con un huido de la Justicia para decidir quién gobierna en España.

Con Sánchez, una parte significativa de españoles parece haberse acostumbrado a contemplar como «normales» cosas que no lo son en absoluto, y que resulta preocupante sean aceptadas como si lo fueran. De entre ellas, la más significativa porque además de la misma derivan bastantes otras, es la reiterada falta de respeto a la verdad. Convertir a la mentira y el engaño, en moneda de uso corriente en las relaciones políticas es un ejemplo demoledor que se traslada a la ciudadanía. Siempre se ha admitido que el ejemplo personal es la mejor manera de ejercer cualquier magisterio y de ahí la expresión «predicar con el ejemplo», que es una frase que lo compendia con tanta claridad que le bastan sus cuatro palabras para entender netamente su significado. Aplicado a la vida política exige de los servidores públicos asumir que su conducta es un referente para mucha gente, lo que sin perjuicio del respeto siempre debido a la ley, tiene aplicaciones concretas en la conformación de la ética y la moral social.

El «buen ejemplo» es beneficioso para la sociedad de la misma manera que sucede lo contrario con los que resultan poco edificantes. Actualmente, la política está transmitiendo una muy negativa imagen y muy mal ejemplo con su creciente crispación y agresividad. Se dice que «dos no se pelean si uno no quiere», pero lo cierto es que existe el derecho a la legítima defensa y con quien está al frente de la gobernación del país, para el que «el fin justifica los medios» y que ha hecho de la mentira y el engaño moneda corriente de circulación, se hace muy dificultosa una convivencia cívica y respetuosa. Y lo estamos pagando todos.