Sin Perdón

¿Las mentiras de Sánchez son eficaces?

«Ni la verdad ni la mentira importan, ya que solo busca un relato que encaje en su farsa»

La realidad es que sí. En esta sociedad tan evanescente, Sánchez se mueve con notable habilidad y contrarresta su mala gestión con mentiras y propaganda. Tras hacer suya esa pintoresca máxima de que no miente, sino que tiene derecho a cambiar de opinión, usa la mentira de forma convulsiva. No le importa que sus socios y aliados no confían en él. Lo único que le importa es seguir en La Moncloa. En los medios de comunicación y periodistas afines ha desaparecido la autocrítica para asumir el partidismo más descarado. Nadie se puede ofender. Lo hemos comprobado con los cinco días de la farsa para impulsar la campaña electoral de catalanas y europeas con la vista puesta en un adelanto electoral. No me ha sorprendido que se apropiara de un feminismo casposo ejerciendo de caballero andante como si fuera el protagonista de una película de serie B. La reacción de una amiga tras escuchar su comunicado en el plasma fue, precisamente, decir que quiere movilizar a las mujeres en su favor.

Ahora es el portavoz de su mujer que es injustamente atacada por una horda de machistas irredentos que forman parte de una internacional ultraderechista que odia a las mujeres, al colectivo LGTBI+ y a los inmigrantes. Ni la verdad ni la mentira importan, ya que solo busca un relato que encaje en su farsa. Hubo otra reacción que me impacto, en este caso de un amigo homosexual. Un joven brillante de origen extranjero y casado con un español, directivo de una gran empresa y con una sólida formación. Me dijo que no le gustaba Sánchez, pero no podía votar al PP porque iba en contra los homosexuales. No coincidía con su marido. Por supuesto, le respondí que podía encontrar otras razones para no votar al PP, pero que no podía ser otra mentira de Sánchez. No conozco ninguna posición de este partido contraria o desfavorable para este colectivo. Es evidente que hay dirigentes que lo son y se sienten muy orgullosos de ello. Ningún derecho constitucionalmente reconocido está en riesgo porque gobierne la derecha. Es otra mentira de la farsa sanchista. Lo único que lo está es el pensamiento único del sanchismo y sus aliados mediáticos, así como los chollos y las redes clientelares que han montado en la Administración y las empresas públicas.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)