El trípode
«Opinión publicada» del sanchismo: 3 M
De momento sabemos que Sánchez tuvo gran audiencia, pero que Feijóo la superó ampliamente, con una intervención también muy preparada en el fondo y la forma.
"El Hormiguero" se adelantó en unos días al previsto debate cara a cara entre Feijóo y Sánchez. Con otro formato, pero anticipó el guion que ambos tienen ya preparados para la ocasión. De momento sabemos que Sánchez tuvo gran audiencia, pero que Feijóo la superó ampliamente, con una intervención también muy preparada en el fondo y la forma. Tanto, que hábilmente hizo suya la definición del sanchismo –«maldad, mentira y manipulación»–, que su protagonista expuso quejoso la noche anterior a modo de lo que la opinión «publicada» entiende por tal. Tuvo respuestas contundentes ante preguntas como la relativa a los «seis debates, seis» planteados por Sánchez, recordando que en los cinco años que lleva al frente del Gobierno, sólo ha celebrado un Pleno consolidado en nuestra praxis parlamentaria como el del «Debate sobre el Estado de la Nación», previsto anualmente. Es decir, ha tenido la oportunidad –y la obligación– de debatir ampliamente en sede parlamentaria, acreditando un interés perfectamente descriptible. Pero ante el sí demostrado por la audiencia, parecería razonable ver a continuación a Abascal y Yolanda pasar por el programa, sin excluir a Rufián y Otegi para confirmar o replicar a Sánchez como socios prioritarios suyos. Y quizás la campaña electoral podría reducir su duración y adelantar la jornada de votación no teniendo que esperar hasta el próximo 23 de julio para hacerlo. Debería reflexionar Sánchez que en España ya llevamos de campaña unos cuantos meses y que no es oportuno, y menos con estas temperaturas, saturar a la población con el enfrentamiento permanente entre bloques sociales y políticos, que es la aportación especial del sanchismo a la vida nacional. La discusión acerca de la violencia contra la mujer en sus diversas acepciones –intrafamiliar, de género, de sexo, machista etc.– resulta cansina y ridícula, cuando la realidad es que con cualquiera de ellas el resultado es el mismo: cada vez es mayor esa violencia y cuanto más se habla y más recursos (?) se destinan a luchar contra ella, más aumenta; luego una reflexión es precisa. Desde luego, la supresión del Ministerio de Igualdad ayudará a conseguir ese objetivo. Feijóo se pronunció en relación al aborto y la ideología lgtbi, con una opinión «muy políticamente correcta» al respecto, así como sobre la eutanasia (valiente y no tan «correcta»), siendo una cuestión clara de conciencia para una parte no menor del electorado popular, parcialmente emigrada hacia Vox. Esto la distingue de la migración hacia Cs: no es volátil, al estar basada en principios y valores humanistas cristianos, y ya reflejada en la actual negociación de los pactos entre ambas formaciones. Confiemos deroguen el sanchismo.
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