La situación

Polarizando mano a mano

Abascal es el mejor benefactor que Sánchez podría tener

A poco más de dos semanas de las elecciones europeas, PSOE y Vox han iniciado ya una estrecha colaboración mutua para engordar sus bolsas de votos alimentando la polarización. Una campaña más, Pedro Sánchez y Santiago Abascal se ponen, mano a mano, a la tarea de extremar las posiciones políticas excitando las pasiones de aquellos ciudadanos que se muestran no tanto predispuestos a votar, cuanto a arrojar el voto a la cabeza del otro.

En esta ocasión, han contado con la participación del presidente argentino Javier Milei, que siempre encuentra una palabra más alta que la anterior, mientras su socio Abascal recuperaba el discurso vintage de la «derechita cobarde».

El PP, descolocado ante la ventolera, acaba siendo volteado por el oleaje sin encontrar la manera de abrirse hueco en la disputa, no vaya a ser que se pueda sospechar que apoya a Pedro Sánchez, ni que se entrega a la motosierra que Milei le ha prestado a Abascal. Su problema es que España ha dejado de ser un país en el que comportarse con moderación cotice en el mercado de valores de nuestra democracia. Si no gritas no se te oye.

Nada aman más Sánchez y Abascal que polarizar. Y ahora, en campaña, están en su salsa. Abascal no sería nadie sin Sánchez y sus socios, y quizá Sánchez no sería presidente sin los pactos del PP con Vox en comunidades y ayuntamientos. Abascal es el mejor benefactor que Sánchez podría tener. Cada minuto que Sánchez permanece en Moncloa es el fruto, entre otros motivos, de los denodados esfuerzos de Abascal, que nutren el discurso del líder socialista y añaden potencia a su argumento de que la alternativa a la mayoría PSOE-Sumar-Podemos-ERC-Bildu-Junts-PNV es un gobierno con el líder de Vox como vicepresidente.

Las elecciones europeas serán como esas encuestas-flash, que tan populares ha hecho al CIS de Tezanos, salvo que esta vez el resultado de ese sondeo será fiable, porque no llevará cocina. El 9 de junio, más allá de elegir a nuestros representantes en el parlamento de la Unión, sabremos en qué onda está la opinión pública. Sabremos hasta dónde alcanza la polarización.