Lo que se sospechan ahora del tahúr de Moncloa

Entre los partidos que fueron compañeros de investidura de Pedro Sánchez se empiezan a maliciar que el presidente del Gobierno no está dedicado a reforzar territorialmente al PSOE, con tiempo suficiente para cuando lleguen las próximas elecciones autonómicas y municipales. Sospechan que el líder socialista está realmente preparándose por si se le pone por delante el momento de ir a elecciones generales. Necesita un error del PP, pero ya los hubo en el pasado, y en La Moncloa creen que todavía tienen margen para volver a utilizar el comodín del «alerta, alerta, que viene Vox» para arrejuntar de nuevo a los votantes de izquierdas que han dejado de confiar en Yolanda Díaz o a los que votaron al PSOE y hoy están en la abstención.

Cuando uno negocia con alguien que te dice directamente que contigo va a pactar una cosa, y que, con el otro, la contraria, sabiendo que luego tú vas a votar para tumbar esa contrarreforma –así ocurrió con el decreto del impuesto a las energéticas, y así fueron los mensajes que se hicieron llegar a Junts, por ejemplo–, tiene sentido que, cuando te ven decir que estás preparándote para las urnas autonómicas, se te venga a la cabeza que en lo que estás es en intentar volver a pillar con el pie cambiado a los demás contrincantes de la partida electoral. Ya lo ha hecho en el pasado, y si todavía no lo ha vuelto a hacer es porque no le dan los números.

Pero tiempo al tiempo, al menos a juicio de los partidos que se dicen socios, pero que desconfían todavía más que el PP de la palabra del presidente. Están más escarmentados porque han tenido que negociar más veces con él, y se saben todas las triquiñuelas que ha utilizado con ellos. Por eso, a los ministros los ven como soldados que van a controlar las sucursales del PSOE para el general. A Franco, como el zombi que asuste a la izquierda. Y a Yolanda Díaz, como la sucesora de Pablo Iglesias en la maquinaria socialista de triturar al coaligado. Llega a tal punto la falta de confianza de los que firmaron la investidura del presidente, que están produciéndose alianzas insospechadas, como entre Junts y Podemos para desmontar las mentiras que les intentan colar desde el PSOE en cualquier proceso de negociación. Los de Junts y los de Podemos se llaman para contrastar por dónde viene el engaño y estar preparados para defender cada uno lo suyo, pero después de haber destapado las cartas del tahúr que habita en La Moncloa.