Sin Perdón

Rubiales les toca las pelotas a los españoles

«Hace lo propio de los políticos de izquierdas. No asume ninguna responsabilidad»

La soberbia es muy mala consejera. Rubiales ha decidido chulear a Sánchez, algo que nunca hay que hacerle a un chulapo de pura sangre; considera que el beso era consentido, aunque Jenni Hermoso le ha desmentido; las jugadoras han decidido rebelarse frente al déspota; y lo único que siente es haberse tocado las pelotas, aunque ha decidido tocárselas a los españoles y los ovarios a las españolas. No se ha enterado de nada. Está acabado, porque Sánchez, los medios de comunicación y las jugadoras han emitido su certificado de defunción social. Su actitud numantina supongo que debe responder a que quiere asegurarse una suculenta indemnización. Es decir, si dimite no podría llevarse la pasta, mientras que si le cesan le tienen que pagar. Me lo explicaron ayer. Así confirmé lo que me imaginaba tras observar al macarra en acción. Su irrupción estelar en la Asamblea de la Federación fue un esperpento. Es verdad que ha decidido actuar como sus enemigas Irene Montero e Ione Belarra que no dimitieron por el fracaso de la ley del solo sí es sí. Por tanto, hace lo propio de los políticos de izquierdas. No asume ninguna responsabilidad.

He de reconocer que me sorprendió la información de que iba a dimitir. Los abusones de patio de colegio no tienen nunca este comportamiento salvo que les obliguen los profesores. Tras su actitud al comenzar la polémica del beso robado todo hacía presagiar que pasaría de todo. Por eso estábamos todos expectantes ante la Asamblea que iba a certificar la renuncia. Estuve pensando sobre el futuro de este personaje tan controvertido y nocivo. Es decir, de qué iba a vivir. Hace muchos años que la doctrina de no presentar la dimisión o asumir responsabilidades se ha instalado en la política. El sanchismo es un fenómeno fascinante donde se ha consagrado la mentira como un comportamiento legítimo gracias a la aquiescencia de la izquierda política y mediática. Los políticos sanchistas cambian de opinión mientras que los de derechas son unos mentirosos. Por tanto, Rubiales ha decidido seguir, tocarle las pelotas y los ovarios a la sociedad española y burlarse de Sánchez.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)