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El trípode

Sánchez: «candidato progresista» a la reelección, en 2027

Ya ha decidido, «tras consultarlo con su familia», que no solo va a continuar hasta 2027, sino que se va a presentar a las elecciones para ser reelegido

De «reflexión en reflexión», Pedro Sánchez va confirmando su decisión de seguir «instalado» en el Gobierno. Ya lo hizo con ocasión de aquellos conocidos «5 días de retiro» de sus obligaciones institucionales y políticas, para meditar si debía continuar tras conocer la investigación judicial a su esposa por presuntos delitos cometidos en la gestión de su singular cátedra de la Universidad Complutense. Como es sabido, por utilizar La Moncloa como su despacho profesional y los medios personales anexos a ella. Fue en abril del pasado año 2024, y su conocida «carta a la ciudadanía» no fue precisamente su testamento político. Finalmente, consideró que debía seguir instalado en La Moncloa, y así hasta hoy, acumulando procedimientos judiciales en su entorno familiar y político, que ya incluyen prolongadas estancias en Soto del Real de su segundo «número 2» político, Santos Cerdán. Ahora, sin ningún Presupuesto aprobado en la actual legislatura –y sin previsión de conseguirlos en toda ella–, ya ha decidido, «tras consultarlo con su familia», que no solo va a continuar hasta 2027, sino que se va a presentar a las elecciones para ser reelegido. Sin duda podrá presentarse con un récord histórico e inigualable: «estar» en el Gobierno –no «gobernando»– sin aprobar ni un solo Presupuesto. Hasta ahora, se había considerado como una norma no escrita, pero sí indiscutible, que en una democracia parlamentaria, carecer de ellos exigía la dimisión del Gobierno y la convocatoria de elecciones. En España habrá que reformar la Constitución, que expresa en su artículo 134 que los Presupuestos tienen carácter anual, y que el proyecto de ley de los mismos debe ser presentado en el Congreso por el Gobierno, al menos tres meses antes de la expiración de los del ejercicio anterior, es decir, antes del 1º de octubre de cada año. De momento, Sánchez ya lo ha incumplido en 2023, 2024 y 2025, y tras la ruptura de Puigdemont, sin posibilidad de cumplirlo tampoco en 2026. La estancia del sanchismo en el Gobierno con su coalición socialcomunista, el segundo Frente Popular de la Historia de España y, a partir de ahora, además, en minoría parlamentaria que le impide legislar, es una auténtica anomalía democrática que requiere de la adopción de medidas legislativas que impidan que pueda repetirse una situación similar en el futuro. Esto último expresado con toda seriedad porque los constituyentes no consideraron la posibilidad de que un autócrata pudiera acceder al gobierno, y desde él intentará perpetuarse. De momento podría bastar una reforma del artículo 134 de la Constitución, obligando a convocar elecciones a un Gobierno que careciera de Presupuestos específicos –no prorrogados– durante dos ejercicios consecutivos. Insistimos: «de momento».