Sin Perdón
Un Sánchez en declive necesita el radicalismo
«Feijóo tiene razón al insistir en la ética, la moderación y el diálogo sereno»
A pesar de la lamentable manipulación de los «cinco días de abril», los esfuerzos de Tezanos con el CIS y la campaña propagandística del sanchismo, la realidad es que las encuestas muestran una nueva derrota en las europeas del paladín del progresismo. No hay más que ver las caras de Sánchez y leer las entrevistas que ha concedido desde que regresó de sus ejercicios espirituales. Ni siquiera las catalanas le salieron como deseaba, porque tiene a Puigdemont cabreado y a ERC en la unidad de cuidados intensivos con un pronóstico bastante malo. Es bueno recordar que hará una consulta a unas bases que saben que apoyar al PSC es inmolarse. Por tanto, la legislatura pende de un hilo. Es decir, de que Feijóo presente una moción de censura y forme un gobierno de transición para unas elecciones generales. La siguiente estación del sanchismo son las europeas. Un fracaso claro y contundente dejaría al líder del PSOE en una situación muy difícil. Es cierto que los poderosos medios de comunicación que controla están para ayudar, ya que los visitadores y los amigos de la Moncloa no quieren perder el maná que llena sus bolsillos. Es el progresismo de billetera que tanto gusta a los pijoprogres.
Sánchez necesitaba algo que movilizara a la izquierda contra la internacional ultraderechista que se ha inventado y que nadie se toma en serio en Europa. Una cosa es la ultraderecha y otra muy distinta es ese feroz Leviatán que quiere acabar con la democracia. La realidad es que en este sentido debería mirar más a sus socios comunistas en el gobierno, a sus amigos populistas iberoamericanos como Cristina Kirchner, Díaz Canel o Daniel Ortega, y a los antiguos dirigentes del aparato político y militar de ETA. Ninguno de ellos se caracteriza por su fervor democrático. No hacen más que utilizar las instituciones al servicio de sus proyectos autoritarios. La irrupción de Milei ha sido un enorme despropósito que beneficia a Sánchez, que necesitaba un enemigo exterior y lo ha encontrado. Feijóo tiene razón al insistir en la ética, la moderación y el diálogo sereno, aunque es algo que no le interesa a su rival. No se puede desviar de su estrategia de confrontación, victimismo y populismo radical al más duro e implacable estilo peronista.
Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)
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