Tribuna

Sobran los motivos: ¡Sánchez dimisión!

Sánchez avanza en «cadena de producción» de insólitas leyes alejadas del bien común

Si ya nos sobraban los motivos cuando el Foro Libertad y Alternativa (L&A), Unión 78, Nuevo Espíritu de Ermua, Impulso Ciudadano, Foro España Cívica y un centenar de asociaciones convocábamos un nuevo Cibeles para el próximo sábado 9 de marzo, pidiendo la dimisión de Sánchez, en estas semanas se han precipitado los acontecimientos, se han desbordado las noticias con evidencias incuestionables, que tantos interrogantes se desvanecen al arrojar unos rayos de luz y taquígrafos al «caso Koldo-Ábalos y compañía».

Ahora, no hace falta preguntarse: qué había en las maletas de Delcy Rodríguez; o a qué respondía la incompetencia de un gobierno en una situación tan grave como la pandemia del Covid que encargó el abastecimiento de test para las PCR diagnósticas a una empresa de amigos del ministro Illa que se dedicaban a la cosmética y que recurrieron a una empresa chica, explícitamente desaconsejada por la correspondiente Embajada, por poner sólo un ejemplo. Continuemos con algunas de las preguntas que ahora se desvanecen: ¿sólo por afán de poder alguien podía ser capaz de incurrir en tamaña indignidad y desfachatez para proponer y mantener en el seno de la UE un gobierno con los comunistas de Podemos o de Sumar –versión blanqueada del primero–, ambos criados y subvencionados en el regazo del chavismo, por no mencionar al resto de socios de los Gobiernos Sánchez: ese «tutum revolutum» de lo peor de cada casa. O ¿por qué razón se le concedía el Collar de la Reina Isabel de Castilla al más infame de los narcodictadores comunistas de Hispanoamérica, Gustavo Petro, actual presidente de Colombia? O ¿qué motivos había para priorizar el rescate de una aerolínea como Plus Ultra con recursos de la UE? O ¿qué subyacía tras las abyectas cesiones que se sucedían en esa oscura y humillante relación de Sánchez con Mohamed VI de Marruecos?; y un interminable y agotador etcétera.

Mientras, Sánchez implacablemente avanzaba en la consecución del proceso «deconstituyente», en la demolición del Estado de Derecho, con la fagocitosis de todas las Instituciones del Estado que en repetidas ocasiones hemos enumerado, y en la «cadena de producción» de insólitas leyes alejadas del bien común, que han alcanzado su culmen con la Ley de Amnistía incluyendo los delitos de terrorismo. Quizá, Sánchez preparaba la «cobertura legal» para su propia impunidad.

Nuestra admirada Pilar Ruiz Albisu, madre de los Pagazaurtundua, nos previno de que veríamos cosas de la mano del PSOE que nos helarían la sangre. Ingenuamente, pensábamos que ya lo habíamos visto todo, pero estos días pasados se ha perfilado ante nuestros ojos la punta de un gigantesco iceberg que explica fehacientemente los móviles, las razones de fondo del gobierno más dañino y corrupto que pudiéramos imaginar, que para empezar nos ha pretendido sustraer el bien más preciado: la unidad, la igualdad, la libertad y la solidaridad entre todos los españoles.

Huelga decir que es la hora de una urgente moción de censura. Sánchez, con no pocos miembros de sus gobiernos, tiene sólo un futuro merecido y previsible: la cárcel. También tiene la opción de inspirarse en precedentes socialistas de países vecinos. Me estoy refiriendo a la huida a Túnez en 1994 de Bettino Craxi, primer ministro de Italia de 1983 a 1987, tras verse implicado en la trama de corrupción Tangentopoli, motivo por el que huyó de la justicia italiana. Por cierto, Craxi lideró un «pentapartito» mucho más moderado que los multipartitos de Sánchez. Incluso en Italia, que ya es decir, nos superan en decencia: éste fue el fin del Partido Socialista italiano (PSI).

Tal y como nos inspiramos en Joaquín Sabina para consensuar el lema de Cibeles 9 M, que titula esta Tribuna, me tomo ahora la licencia de robarle algunos de sus versos o parafrasearlos para describir el hartazgo de los ciudadanos españoles de bien ante un gobierno infame, corrupto hasta el extremo, ya sin recurso alguno para «cambiar de opinión» o negar la evidencia, abandonado a su desprestigio en: «Esta sala de espera sin esperanza, estas pilas de un timbre que se secó (…), esa empresa de mudanzas con los muebles del…» (léase) deshonor. «Esta campana muda en el campanario» (sus medios «sincronizados» sin credibilidad). «Esta casita de muñecas de alterne» (…ojalá fueran muñecas y sólo una casita). «Este racimo de pétalos de sal» (de sal y cicuta, la rosa deshojada del libro de Leguina). «Este museo de arcángeles disecados» (las instituciones colonizadas). «Este trono de príncipe (léase del Narciso) destronado. «Este jueves, este viernes. Y el miércoles que vendrá. No abuses de mi inspiración. No acuses a mi corazón (de español) tan maltrecho y ajado, que está cerrado por derribo. Por las arrugas de mi voz, se filtra la desolación» (…) para decir todos con Dios: ¡Nos sobran los motivos, Sánchez dimisión!

Inma Castilla de Cortázar Larreaes Catedrático de Fisiología Médica y Metabolismo. Vicepresidente de la Fundación Foro Libertad y Alternativa (L&A)