Bruselas

Los delitos sin fronteras contra la infancia

A principios de este año, los servicios policiales de cinco países de la Unión Europea y de Estados Unidos colaboraron para desmantelar una red transatlántica de pederastas y detuvieron a los autores y distribuidores de imágenes y vídeos de abusos a niños. No se trata del único caso de este tipo: otras dos operaciones policiales conjuntas coordinadas por Europol en los dos últimos años culminaron con la detención de más de 300 sospechosos. Se procedió a identificar a sospechosos en 30 países, desde España hasta Estados Unidos, Australia y Tailandia. Entre los sospechosos detenidos se encontraban profesores y un dirigente de los «boyscouts».

Como muestran estos casos, quienes agreden a los niños operan en todo el mundo sin importarles las fronteras; se trata de una realidad que debemos afrontar y resolver. Estos delincuentes ven en internet una de sus herramientas más valiosas. El mismo internet que ha revolucionado la forma en que nos desenvolvemos en nuestra vida cotidiana (y que ha permitido a los partidarios de reformas políticas y a otras personas unirse en todo el mundo) también ha permitido a los delincuentes difundir ampliamente, de forma anónima, imágenes y vídeos de abusos sexuales a niños. Y cada vez que una imagen o un vídeo se difunden, el acto de abuso se vuelve a repetir.

Así pues, ¿cómo detener estos horribles delitos? Para que podamos obtener resultados tangibles, cada país debe incrementar sus esfuerzos y debemos mejorar nuestra cooperación internacional para abordar este problema generalizado.

Por ello, hemos acogido en Bruselas a representantes de 45 países, con el fin de sentar las bases de una alianza mundial contra los abusos sexuales infantiles en línea, una iniciativa conjunta de la Unión Europea y de Estados Unidos. España participa y desempeñará un papel importante en esta iniciativa. Asimismo, representantes de la sociedad civil, expertos y empresas también participarán en el lanzamiento. Además de los veintisiete Estados miembros de la UE y de Estados Unidos, entre los participantes contamos con países vecinos de la Unión, como Turquía y Moldavia, y asimismo, entre otros, con Australia, Nigeria, Corea del Sur y Japón.

Con todos estos países comprometidos desde el primer momento y con los que se unan posteriormente, podremos hacer frente a los retos jurídicos y prácticos y poner fin a este azote. Trabajaremos para eliminar los vacíos legales que son explotados por los distribuidores de material de abusos a niños. Redoblaremos nuestros esfuerzos para asegurarnos de que la base de datos internacional de Interpol sobre abusos contra la infancia crezca un 10% anualmente y, al mismo tiempo, facilitaremos la apertura de investigaciones policiales transfronterizas conjuntas. Quienes ataquen a nuestros hijos responderán de sus actos. Los países de la alianza se comprometerán a adoptar medidas contundentes en su seno, creando unidades policiales especializadas en estos delitos. Profundizaremos nuestra cooperación con la sociedad civil, por ejemplo con organizaciones que se encargan de líneas telefónicas directas donde el público puede comunicar hallazgos de pornografía infantil en internet. Además, la cooperación con los proveedores de servicios de internet se intensificará para permitir una mejor transmisión de información pertinente sobre las investigaciones penales. Finalmente, haremos todo lo posible para asegurarnos de que se adopte la legislación que prohíba que los culpables de abusos a niños trabajen con ellos.

Para que nuestros esfuerzos no sean en vano, la sensibilización sobre estos temas es absolutamente imprescindible, ya que el objetivo debe ser que todos nos sintamos seguros cuando utilicemos internet. Con un mejor conocimiento, los jóvenes pueden maximizar realmente el uso de la red como lugar de encuentro, y sacar todo el partido de los inmensos recursos que nos brinda. Tanto los niños como los padres deben sentirse cómodos al aprovechar las posibilidades que ofrecen, por ejemplo, las redes sociales en línea, pero siendo conscientes de cómo evitar los peligros. Los 45 países de la alianza pondrán en marcha campañas de sensibilización, lo que supone un paso importante en la dirección correcta.

Seamos claros: Europa y Estados Unidos continuarán defendiendo encarnizadamente la naturaleza abierta y libre de internet, pero al mismo tiempo detendrán a quienes tratan de utilizarlo con estos fines despreciables. Esta conducta reprobable no tiene nada que ver con la libertad de expresión; se trata de delincuentes que abusan físicamente de niños, hacen fotografías o graban vídeos y los distribuyen por internet. Los receptores de pornografía infantil no son meros poseedores de fotografías, sino que son cómplices de los abusos a niños al colaborar en su difusión.

La alianza que lanzamos hoy tiene como objetivo fortalecer nuestros recursos para identificar a más víctimas de abusos sexuales infantiles, y asegurarse de que reciban nuestra ayuda y apoyo. Debemos poner a más responsables de estos actos a disposición de la justicia, luchar contra la difusión de material de pornografía infantil en línea y aumentar la información sobre el «modus operandi» de estos delincuentes.

Para alcanzar estos objetivos, el único camino son unos mayores esfuerzos nacionales y una cooperación internacional reforzada. Ya sabemos lo que está en juego: después de las operaciones policiales transfronterizas contra las redes de pederastia en 2011 y 2012, las autoridades identificaron y protegieron a más de 200 niños que habían sido víctimas. Gracias a la creación de la alianza, nos comprometemos a ayudar a muchos más.

Cecilia Malmström ha escrito este artículo junto al fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder.