«De Bellum luce»

Valencia, campo de juego de las generales

El marco de una derecha en tensión es el más beneficioso para el PSOE una vez más, y Vox tiene acreditado que es el partido que más gana en el barro

Los intentos del Gobierno para sacar adelante el paquete de medidas fiscales que el Ministerio de Hacienda quiere aprobar utilizando la transposición de una directiva europea están resultando agónicos para la coalición. El jueves pasado, y por una nueva falta de acuerdo, volvió a aplazarse la reunión de la comisión de Hacienda para este lunes por la tarde. ¿Motivo? Los puñetazos que se están cruzando los socios a cara descubierta.

A Pedro Sánchez ya le han dicho desde el PNV que lo mejor que puede hacer es dejar limpia la directiva relativa a la garantía de un mínimo global de imposición del 15% para grupos de empresas multinacionales y grupos nacionales de gran magnitud, y limitarse a sacarla adelante sin añadidos porque por cualquier otra vía se puede encontrar con un buen susto en la votación. Y, por supuesto, que vaya olvidándose también de los Presupuestos.

Los socialistas, que parece que no quieren ver la realidad, colgaron de la directiva un paquete de enmiendas de nuevas subidas fiscales, pero la endiablada aritmética vuelve a jugársela para desesperación del presidente del Gobierno, que constata que ni cediendo con todos a la vez es capaz de amortiguar el golpe de una derrota. La subasta va a más, y con el panorama parlamentario cegado, y el judicial apretando, aparecen ya gurús que anticipan que Pedro Sánchez ha vuelto a ver la «liebre» antes que los demás, y que ya está preparando el terreno por si Valencia le ofrece la oportunidad de ir a unas elecciones en el próximo año que le permitan prolongar su permanencia en el poder. Hasta ahora, el seguimiento del impacto demoscópico de la tragedia de la riada no está sumando al PSOE, pero sí está moviendo voto del PP hacia Vox.

Ese es el marco que necesita Sánchez para volver a jugársela a Alberto Núñez Feijóó en una contienda electoral: Cataluña, Euskadi y Comunidad Valenciana suman casi un centenar de escaños al Congreso, y esto puede explicar la ansiedad del Gobierno y de la Generalitat por inundar a los medios afines, y díscolos, con argumentarios «ad hoc» sobre las horas, las alertas y las decisiones tomadas en los momentos decisivos de la riada que provocó más de doscientos muertos.

El marco de una derecha en tensión es el más beneficioso para el PSOE una vez más, y Vox tiene acreditado que es el partido que más gana en el barro. Así que atentos a Valencia porque lo que está de verdad en juego en el llamado proyecto de reconstrucción es el futuro de las próximas elecciones generales.