V de viernes

Vegxit: La otra cara del Brexit

Las estanterías de numerosos supermercados británicos se quedan vacías de producto fresco por el auto-aislamiento comercial y el declive de la producción en granjas

ILUSTRACIÓN VEGXIT
La inflación y el colapso de la distribución llevan al Reino Unido a una situación de dificultad alimentaria tan insólita como desconocida en décadas La Razón

En boca de Boris Johnson, el fanfarrón ex premier británico, el Brexit iba a acabar con todos los males del Reino Unido, desde la inmigración a los problemas económicos que arrastraba durante años la economía de las islas. Cierto que la salida de la UE no ha provocado ningún colapso en el país, pero también que ni los problemas con la inmigración han mejorado ni la economía se ha recuperado. La inmigración sigue igual. Gran Bretaña asume ya de por sí un porcentaje más que relevante de mano de obra foránea como consecuencia de los acuerdos con sus antiguas colonias. No necesita de los inmigrantes europeos para tener por sí misma un problema. En cuanto a la economía, la situación no puede ser peor, con unos índices de crecimiento, desempleo e inflación por encima de las principales potencias de la Unión Europea.

Estos días, además, el Reino Unido vive una situación que ha empezado a denominarse «vegxit», cuya principal manifestación está en las estanterías de productos frescos en los supermercados vacías o semivacías, y en muchos casos con venta racionada. La baja cosecha en Almería ha desencadenado escasez de ciertas verduras en los supermercados británicos, como pimientos, tomates, lechuga o pepinos.

Los hiper reconocen que los invernaderos agrícolas británicos han sido «dañados» por el Brexit. Los granjeros que usaban invernaderos para cultivar lechugas han reducido la calefacción para ahorrar en la factura de la luz, lo que se traduce en menor producción. Pero sobre todo sufren una escasez derivada de España. Muchos alimentos frescos, afectados por la burocracia tras el Brexit, no se han podido importar. Y en una situación de gran demanda de productos españoles, ellos aseguran que los vendedores se suelen decantar más por las naciones de la Unión Europea, debido fundamentalmente a la facilidad en los trámites.

La escasez se ve aumentada aún más con la inflación, que en el Reino Unido es superior a 16 puntos desde el 22 de enero. El Gobierno de Sunak transmite calma, asegurando que el país posee una «cadena de suministro de alimentos muy fuerte». Siendo verdad, también lo es que algunos supermercados ya se han visto obligados a racionar productos, y en los últimos días aún más en lo que concierne a peras y manzanas. Tan es así que vaticinan algunos que en los próximos meses no habrá suficientes de tales frutas para abastecer al mercado. El motivo de esta crisis añadida está en la poca plantación de perales y manzanos con relación al bajo precio que pagan los supermercados a los agricultores, que perciben que sus ingresos no dan para sufragar los costes.

Es lo que pasa cuando la demagogia de los políticos choca con la realidad. Miles de millones gastados en propaganda.