Sin Perdón

La victoria de Puigdemont y el esperpento sanchista

«Los sanchistas están eufóricos, porque el generoso abrevadero a costa de los presupuestos seguirá lleno a rebosar»

Había dos opciones. Una nos conducía a repetir las elecciones y la otra era la continuidad de Sánchez asumiendo las condiciones de Puigdemont. Ha sucedido lo previsible conociendo al líder socialista. El fugado expresidente catalán ha conseguido una clara y contundente victoria. A pesar de la humillación, los sanchistas no se cortan un pelo. Están eufóricos, porque el generoso abrevadero a costa de los presupuestos seguirá lleno a rebosar. No hay amor, ya que casi todos eran enemigos de Sánchez, sino intereses. La política hace extraños compañeros de viaje cuyo carromato se lubrica con generosas subvenciones y nombramientos. La izquierda política y mediática se jugaba mucho. No hay más que visualizar a la líder del yolandismo saltando eufórica a los brazos del presidente en funciones en una imagen que parece salida de la película «Gilda». El yolandismo nos gusta a todos, porque no ofrece la imagen bronca y antipática de Iglesias y sus acólitas. Es la cara amable del comunismo y de los palmeros que le acompañan en una plataforma ideológica multiusos que hubiera encantado a Groucho Marx.

La presidenta del Congreso, Francina Armengol, es una destacada pancatalanista. Lo ha vivido desde pequeña en su casa y supongo que sería feliz si Baleares fuera absorbida por Cataluña. Puigdemont la podría nombrar virreina. Ha anunciado que permitirá el uso del catalán, el vasco y el gallego en la Cámara Baja. Como soy un catalán sin complejos, hijo de un padre catalanista que no nacionalista y mis hijas tienen algunos apellidos catalanes que vienen de la Edad Media, puedo decir que me parece un nuevo esperpento del sanchismo. Al final, se ha salido con la suya, pero la factura la pagaremos todos los españoles. Es cierto que los votantes socialistas deben estar contentos con los indultos, la desaparición de la sedición y el abaratamiento de la malversación, el clientelismo y el autoritarismo democrático. Esta legislatura vendrá con dos medidas claramente inconstitucionales: la amnistía y el referéndum. A esto hay que añadir el resto de los privilegios y los beneficios económicos que obtendremos los catalanes. ¿Alguien pone en duda la victoria de Puigdemont?

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)