Opinión

Un 7 de diciembre histórico

Es oportuno evocar un acontecimiento sucedido en este día y que tendría una destacada importancia en la Historia del mundo.

Entre la fi esta de ayer, día de la Constitución, y la de mañana, solemne fi esta litúrgica y oficial de la Inmaculada Concepción, Patrona de España y de la fi el Infantería, entre muchos y destacados patronazgos académicos, de instituciones, profesiones y localidades hispanas, la jornada de hoy parece una mera transición del «acueducto» (que no mero «puente» festivo) de esta semana. El 7 de diciembre aparenta quedar así como un día sin relevancia ninguna, por lo que es oportuno evocar un acontecimiento sucedido en este día y que tendría una destacada importancia en la Historia del mundo. Sucedió tal día como hoy del año 1941, y supuso un cambio de rasante en la Segunda Guerra Mundial: el bombardeo por la aviación japonesa de la importante base naval estadounidense de Pearl Harbour.

La guerra ya es sabido que había comenzado el 1º de septiembre, tras pactar Hitler y Stalin la invasión de Polonia y repartírsela entre Alemania y la URSS. Ese día comenzó la invasión por la frontera occidental y llegada la Wermatcht a la línea de demarcación del reparto acordado, detuvo su avance y comenzó la invasión del ejército rojo por la zona oriental. Es oportuno recordar este «detalle » para conocer que Stalin fue aliado de Hitler y junto a él desencadenó la guerra mundial. El 22 de junio de 1941 le traicionará e invadirá la URSS, por lo que Stalin acabará combatiendo en el bando aliado obligado por ese suceso –no por ser precisamente un defensor de los DDHH y la democracia– para hacer frente a la agresión nazi, y ya con Japón aliado en el Eje de Alemania e Italia. Mientras, EEUU se había declarado «no beligerante», compromiso que había asumido Roosevelt para ganar las elecciones.

El bombardeo del 7 de diciembre cambió el panorama mundial al día siguiente, fiesta de la Inmaculada Concepción, al comparecer en el Congreso declarando la entrada en la guerra junto a Gran Bretaña y los aliados. Ese hecho tuvo una decisiva importancia en el desarrollo de la contienda, significando el principio del fi n para el Tercer Reich que era considerado el amo del mundo. La historiografía es unánime en considerar ese día como el punto de inflexión en la guerra.

Es de particular interés evocar que este hecho supuso la salvación de los más de 11 millones de judíos residentes en Europa. La Conferencia de Wansee, distrito residencial de Berlín, estaba convocada para implementar la «Solución final» el día siguiente a la entrada en guerra, el 9 de diciembre, y trasladada al 20 de enero siguiente por ello. Ese genocidio no pudo ser culminado como estaba previsto.