Podemos
Podemos se divide más: militantes andaluces a favor de Iglesias
Una nueva corriente hace frente a los Anticapitalistas de Rodríguez en su pugna con la dirección nacional.
Una nueva corriente hace frente a los Anticapitalistas de Rodríguez en su pugna con la dirección nacional.
Como las muñecas rusas, dentro de cada izquierda siempre mora otra corriente. Y así sucesivamente. En Podemos ya se organiza «el día después» a Pablo Iglesias. De un lado, los Anticapitalistas que lideran Teresa Rodríguez y «Kichi» preparan su particular «asalto a los cielos» y la ruptura con el líder nacional. Un documento interno ahonda en la crisis de liderazgo del líder de la formación morada. A su vez, a los críticos de Podemos les ha salido su propio sector contestatario desde la comunidad andaluza. Cientos de inscritos de Podemos Andalucía se oponen a los planes de desconexión de la actual dirección andaluza y se organizan para seguir construyendo «una herramienta de cambio fuerte y real».
Este sector de Podemos en Andalucía, hasta ahora menos organizado, o menos visible, que la vertiente Anticapitalista de Teresa Rodríguez y «Kichi», critica que la conferencia política que plantea la dirección andaluza para principios de octubre con el objetivo de crear «un nuevo sujeto político» persigue llevar todo atado para la III Asamblea. De este modo, se le quitaría toda su función a la asamblea y se presenta como general una orientación dentro del partido, defiende el sector oficialista, que asegura que la militancia se ha puesto en marcha por iniciativa propia para garantizar que se respeten los documentos elegidos en Vistalegre II que la dirección andaluza del partido «se han saltado bastantes veces». Por ejemplo, con el Documento por la Unidad, que estableció la estrategia de pactos sin ser votado por la Asamblea Ciudadana. Los oficialistas defienden que el movimiento surgido en Andalucía contrario a Teresa Rodríguez es independiente del aparato estatal, bajo la nomenclatura de Somos Podemos. Los movimientos de la dirección andaluza apuntan a convertirse en un partido diferente. De hecho, quieren ser completamente autónomos. El sector oficial espera que Somos Podemos pueda presentar una alternativa a los Anticapitalistas para plantarles cara y achacan al sector de Teresa Rodríguez y «Kichi» su falta de lealtad en los momentos más críticos –como la crisis del chalet– y, directamente, la falta de apoyo en campaña, sin un mero tuit de apoyo a los candidatos.
Somos Podemos rechaza el plan de Teresa Rodríguez de «no responder ante el mandato de los inscritos y desconectarse motu propio del partido». «Somos Podemos Andalucía» se une «a la enorme cantidad de militantes y cargos públicos que ya se han opuesto a la deriva de separación impuesta desde el consejo ciudadano andaluz, sin que haya mediado consulta ciudadana ni respeto por los documentos aprobados en Vistalegre II». Este sector plantea «recuperar la organización para sus Círculos y sus Militantes». La bandera de Filipinas se invierte cuando entra en guerra. En Podemos, el color morado y el óvalo nunca se sabe de qué lado están. Teresa Rodríguez sigue su hoja de ruta y «Kichi», que ofreció puerto al Open Arms antes incluso que Pedro Sánchez, hace su propia campaña para «el día después».
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