Brexit

El Parlamento escocés da luz verde a otro referéndum de independencia

El gabinete de la nacionalista Nicola Sturgeon mete presión de Boris Johnson. Este viernes anunciará los pasos a seguir para celebrar la consulta

La ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, va muy en serio con su órdago independentista. A principios de este mes, el Gobierno central denegó formalmente su petición para celebrar un nuevo plebiscito. Pero la líder del SNP ya advirtió de que no iba a tirar la toalla y ha cumplido su palabra. La soberanista consiguió este miércoles el respaldo de la mayoría del Parlamento de Edimburgo al presentar una moción que aboga por el derecho a la autodeterminación.

El texto reconoce “el derecho soberano del pueblo escocés a determinar la forma de gobierno que mejor se adapte a sus necesidades”, ya que señala que se ha producido “un cambio material en las circunstancias desde 2014”, cuando tuvo lugar un plebiscito en que el 55 % votó en contra de la independencia. Como apuntó Sturgeon durante su intervención en el debate, el 62 % de escoceses rechazó el Brexit y el hecho de que todo el país vaya a retirarse del club comunitario desencadena, a su juicio, el cambio de escenario que justifica una nueva votación.

Actualmente el SNP gobierna en Escocia en minoría con el apoyo de los verdes. De ahí que el resultado de ayer fuera tan ajustado: 64 a favor frente a 54 en contra. El voto es simplemente simbólico. En cualquier caso, consigue elevar la tensión entre ambas administraciones.

Se antoja difícil que la líder soberanista pueda llevar a cabo sus planes de celebrar una nueva consulta antes de que finalice este año. No obstante, la presión sobre el Gobierno central aumentará de manera drástica si los independentistas ganan por mayoría absoluta en las elecciones al Parlamento de Edimburgo de mayo de 2021.

El acuerdo de Londres es imprescindible para que el Parlamento regional reciba las competencias recogidas en la sección 30 del ordenamiento, que le permitirían legislar sobre un referéndum legal y vinculante, como el de hace seis años.

Este viernes, horas antes de que el Reino Unido abandone formalmente la UE, Sturgeon dará un discurso en que anunciará cuáles son “los próximos pasos” tras la negativa de Londres, que, según algunos analistas, podrían pasar por recurrir a los tribunales.

El Brexit lo cambia todo

En una intervención previa a la votación, la ministra principal escocesa señaló que su gobierno cuenta con un “claro mandato” ganado en “tres sucesivas elecciones” para impulsar una segunda consulta, por lo que debe ser la cámara regional y no la británica la que determine “cuándo y sobre qué base debería tener lugar un referéndum de independencia”. Asimismo, insistió en que el Brexit tendrá “graves consecuencias para la economía escocesa”, de modo que sería “una afrenta a la democracia”, que los escoceses no tengan la posibilidad de decidir.

Por su parte, el líder interino de los conservadores escoceses, Jackson Carlaw, tildó el debate de “ridícula farsa” y dijo que el propio SNP está “dividido” sobre la cuestión independentista. “Si solo este Gobierno dedicara la misma atención a la Policía y las escuelas que a las encuestas y las elecciones, podríamos tener las calles más seguras y las mejores escuelas de Europa”, indicó.

Los resultados de las elecciones generales del pasado diciembre, en que el SNP ganó 47 de los 59 escaños reservados a Escocia en la Cámara de los Comunes y el Partido Conservador obtuvo mayoría absoluta en todo el país, han reforzado los argumentos de ambos lados que hasta el momento parecen irreconciliables.

El domingo pasado, el proindependentista grupo de presión “Progress Scotland” publicó una encuesta según la cual el 61 % de escoceses cree que debería ser su propio parlamento el que decida sobre una nueva votación, en la que entre un 47 % y un 49 % podría votar a favor de la separación.

Además de la controvertida moción, los diputados se pronunciaron también a favor de que la bandera de la UE siga ondeando en el Parlamento escocés tras el Brexit, a pesar de que los servicios legales de la cámara aprobaron hace unos días que se retirara una vez el país abandone las instituciones comunitarias.